Qué es Hamas, el enemigo más obstinado de Israel
Miércoles, 16 de julio de 2014
Israel lleva a cabo la tercera
campaña militar en su contra; su fundador y varios de sus líderes han
muerto en acciones del ejército de ese país al que se niega a reconocer
y, además, se ha enfrentado a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Es Hamas. Su nombre significa Movimiento de
Resistencia Islámica y su origen se remonta a los primeros días de la
Intifada (o levantamiento palestino) de 1987 en contra de la ocupación
israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza.Desde sus comienzos, el grupo tuvo dos ramas con objetivos disímiles: por un lado la militar, las Brigadas Qassam, encargada de la lucha armada contra el Estado de Israel, cuya existencia nunca fue reconocida por Hamas; por el otro, el ala política, cuya misión es construir escuelas y hospitales y brindar ayuda a la comunidad en asuntos sociales y religiosos.
Pero desde 2005, la facción islámica adoptó una nueva dimensión, la participación activa dentro del proceso político palestino. En 2006, Hamas alcanzó el poder tras lograr una clara victoria en las elecciones para el Consejo Legislativo Palestino, pero su triunfo electoral no duraría por mucho tiempo.
Las tensiones políticas con la otra facción palestina, Fatah, se trasladarían un año después al terreno militar. En junio de 2007, ambos grupos se enfrentaron en cruentos combates en Gaza que terminarían con Hamas a cargo de la Franja y su rival político gobernando desde Cisjordania.
Para Israel, Estados Unidos, Canadá, Japón, la Unión Europea y hasta el vecino Egipto, el grupo islámico es una "organización terrorista", debido a su amplio historial de ataques contra objetivos israelíes y a su compromiso de destruir ese estado que está explícito en su acta fundacional.
Pero para sus seguidores es un movimiento de resistencia legítimo.
Gaza como bastión
Israel ha culpado a Hamas de los ataques con cohetes lanzados desde la Franja de Gaza y ha llevado a cabo tres campañas militares en contra de sus militantes en diciembre de 2008, noviembre de 2012 y julio de 2014.Las dos primeras campañas israelíes afectaron seriamente la capacidad militar de Hamas pero el grupo logró renovados apoyos en Gaza y Cisjordania por haberse enfrentado a Israel y haber sobrevivido en el intento.
Fuentes palestinas indicaron que la facción islámica intentó mantener la calma tras la segunda operación militar -que dejó 170 palestinos, la mayoría de ellos civiles, y seis israelíes muertos en los ocho días de enfrentamientos- y que las Brigadas Qassam dejaron de lanzar cohetes hacia Israel.
En julio de 2013 Hamas sufrió un duro revés cuando el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Morsi, uno de sus principales aliados, fue víctima de un golpe de Estado en Egipto y perdió la presidencia.
Pero ése no es el único problema a nivel regional que tiene el grupo: su alineación con los grupos sunitas que combaten en Siria al presidente chiita Bashar al Assad lo dejó sin el financiamiento de Irán, nación chiita aliada con el mandatario sirio que solía donar hasta US$20 millones al mes a Hamas, suficiente dinero como para mantener al gobierno en Gaza.
Cercado internacionalmente, en abril de 2014, el líder de Hamas, Khaled Meshaal, aceptó integrar un gobierno de unidad nacional con Fatah, liderada por Mahmoud Abbas desde la muerte de Arafat.
Dos meses después, el secuestro y muerte de tres adolescentes israelíes en Cisjordania motivó el arresto de varios miembros del grupo islámico en ese territorio y los cohetes volvieron a lanzarse desde Gaza.
El 7 de julio, Hamas asumió la responsabilidad por el lanzamiento de estos misiles desde la Franja por primera vez desde 2012 y los enemigos tradicionales se volvieron a enfrentar.
Hasta el momento hay más de 200 palestinos muertos y miles de desplazados, según las autoridades palestinas.
Atacantes suicidas
A pesar de las numerosas operaciones israelíes y de las drásticas medidas tomadas por la ANP en su contra, el grupo respondió a las negociaciones de paz con varios ataques suicidas.
Entre febrero y marzo de 1996, estos atentados le costaron la vida a casi 60 israelíes (los ataques fueron una respuesta de Hamas al asesinato en diciembre de 1995 de su hacedor de bombas, Yahya Ayyash).
La ola de atentados fue considerada por muchos como la principal responsable del desencanto de los israelíes con el proceso de paz y de la llegada al poder de Benjamin Netanyahu, un férreo opositor a los acuerdos de Oslo.
En plena intifada, las operaciones "de martirio" de los militantes de Hamas eran vistas por muchos como una forma efectiva de responder a la ocupación israelí.
Su labor social en clínicas y escuelas también le atrajo el favor de varios palestinos que se sentía decepcionados con la corrupción y la ineficiencia de la Autoridad Nacional Palestina, dominada por Fatah.
Esto, sumado a la muerte en 2004 de Yasser Arafat, el principal líder palestino y uno de los fundadores de Fatah, contribuyó a su victoria electoral en 2006.
Pero Fatah no fue el único en perder a su líder en 2004. En marzo de ese año, el jeque Ahmed Yassin, fundador y líder espiritual del grupo, murió en un ataque israelí con misiles.
Otras figuras de Hamas asesinados por Israel son el jefe de las brigadas Qassam, Salah Shehada, en julio de 2002; Abdul Aziz al-Rantissi, líder del movimiento en Gaza, en abril de 2004; Ismail Abu Shanab en agosto de 2003; Said Siyamin en enero de 2009 y Ahmed Jabariin en noviembre de 2012.
Sin tregua
El acta fundacional de Hamas define a la histórica Palestina -incluyendo el actual Israel- como una tierra islámica, y descarta un acuerdo de paz permanente con su enemigo.
El texto está plagado de ataques contra el pueblo judío, lo que le ha merecido al grupo acusaciones de ser antisemita.
Sin embargo, Hamás ha ofrecido una tregua de 10 años si Israel se retira completamente de los territorios ocupados en 1967: Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Oriental.
Pero el movimiento insiste que los millones de palestinos refugiados que abandonaron sus casas desde 1948, año de creación del Estado de Israel, deben regresar a sus tierras, algo que Israel ve como una amenaza a su existencia como estado.
Por estas razones, y a pesar de haber sido elegido democráticamente, el gobierno de Hamas fue blanco inmediato de sanciones económicas y presiones diplomáticas por parte de Israel y sus aliados en Occidente.
Poco después, su pelea con Fatah volvería a recluirlo en la Franja de Gaza, territorio donde hoy combate nuevamente contra Israel.
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