Un proyecto de ley propuesto por varios miembros del
Congreso estadounidense que de ser aprobado, responsabilizaría a Arabia
Saudita y a altos funcionarios sauditas en los tribunales
estadounidenses por su participación en los ataques terroristas del 11
de Septiembre, ha generado ira y estupor en Arabia Saudita y en los
estados del Golfo. De acuerdo a un informe publicado en El Times de
Nueva York el 15 de abril, 2016 el canciller saudita Adel Al-Jubeir
amenazó, durante una visita de marzo a los Estados Unidos, de que su
país vendería 750 millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense
y otros activos para evitar que sean congelados por los tribunales
estadounidenses. Tal medida por parte del gobierno saudita pudiera tener
consecuencias graves para la economía estadounidense.[1]
En respuesta a la propuesta del proyecto de ley, el diario saudita ‘Okaz publicó un artículo afirmando que un grupo de presión iraní operaba dentro del Congreso estadounidense en un esfuerzo por implicar a Arabia Saudita en los ataques del 11 de Septiembre. Artículos adicionales en la prensa saudí y bahreiní criticaron el proyecto de ley y los esfuerzos por vincular a Arabia Saudita al 11 de Septiembre y responsabilizarla por los ataques terroristas.[2]
De acuerdo a los artículos, estas acusaciones carecen de fundamento fáctico y probablemente tengan la intención de perjudicar las relaciones entre Arabia Saudita y los Estados Unidos, sirviendo así a los intereses de los terroristas. Los autores afirman que Arabia Saudita es la parte principal perjudicada por Al-Qaeda, en parte debido a las relaciones del país con los Estados Unidos y afirmaron que Arabia Saudita lidera la lucha contra el terrorismo en general y contra Al Qaeda en particular. La política estadounidense fue descrita como “esquizofrénica”, porque los Estados Unidos acusan a Arabia Saudita de apoyar el terrorismo, pero al mismo tiempo, forman una alianza con este para enfrentar el terrorismo. También alegaron que los Estados Unidos habían apoyado a los muyahidines en Afganistán, al igual que lo hizo Arabia Saudita y que el hecho de que estos muyahidines se habían unido a Al-Qaeda se derivó de los errores cometidos por los Estados Unidos. Los Estados Unidos, afirmaron, tiene mayor responsabilidad que Arabia Saudita por los hechos perpetrados por Al Qaeda.
Algunos autores afirmaron que el proyecto de ley refleja un cambio en la postura del gobierno estadounidense hacia Arabia Saudita y los estados del Golfo y declararon que una fisura en las relaciones entre los países era posible.
Los artículos fueron escritos en víspera de la visita del Presidente de Estados Unidos a Arabia Saudita y a los estados del Golfo el 21 de abril y reflejan la ira y críticas albergadas en los estados del Golfo hacia la política de su gobierno.[3]
El Presidente Obama y el Rey Salman (Imagen: english.alarabiya.net)
Editor de Al-Sharq Al-Awsat: Estas son afirmaciones sin fundamento dirigidas a sabotear las relaciones Estados Unidos-Arabia Saudita
Salman Al-Dosari, editor del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió: “Estas acusaciones sobre vínculos sauditas a los infames ataques del 11 de Septiembre no son nuevas. Estas se apagan por un tiempo y luego vuelven a surgir de repente, siempre que ciertas personas lo quieran… Estas afirmaciones no tienen base en hechos, pruebas o evidencias legales y su objeto es precisamente provocar fisuras en las filas unificadas de los dos aliados principales que se oponen al terrorismo [Arabia Saudita y los Estados Unidos] y socavar la confianza entre las dos partes. Cómo de hecho, se puede ganar una guerra cuando uno duda de su principal aliado [en la lucha] contra su enemigo común?
“Deseo recordarle a esos [que vinculan a Arabia Saudita al 11 de Septiembre] que desde los ataques terroristas del 11 de Septiembre al día de hoy, se ha demostrado, con pruebas claras, que el daño hecho por Al-Qaeda y sus ataques a Arabia Saudita – sus ciudadanos, sus funcionarios, su gobierno, e incluso a su familia real – supera el daño que este le hizo a los Estados Unidos. No es esto suficiente para probar que Al-Qaeda es, ante todo, el enemigo de Arabia Saudita ¿Cómo es posible pensar que alguien pueda defender a aquellos que lo asesinaron y actúan para desestabilizarlo?
“[Incluso] si 15 de los perpetradores del 11 de Septiembre eran saudíes, no es motivo para que Arabia Saudita cargue con la culpa de su crimen por siempre. Por ejemplo, el Primer Ministro francés dijo en el pasado que 5.000 europeos combatían junto a los extremistas en Siria e Irak y que de acuerdo a estimados de inteligencia francesa, se espera que esta cifra aumente a 10.000 combatientes del EIIS a finales del 2015. ¿Sería justo culpar a los gobiernos [europeos] de estos extremistas y responsabilizarlos porque tal alarmante número [de sus ciudadanos] se ha unido a ésta organización terrorista?…
“Arabia Saudita desea conocer los hechos respecto a estos terroristas del [11 de Septiembre] – quienes los ayudaron y les financió – no sólo para proteger a los Estados Unidos y al mundo entero del peligro que encarnan [tales] terroristas, sino también con el fin de protegerse a sí misma, ya que este terrorismo apunta principalmente a Arabia Saudita. Acusaciones como las lanzadas al azar no tienen base en hechos, sino que son meras conjeturas y opiniones personales sin fundamento que deberían ser descartadas. Además, contradicen las leyes y la constitución de los propios Estados Unidos. Naturalmente, Arabia Saudita no se ocupa de reclamos irrelevantes y sin base legal. Lo peligroso es que, siempre que funcionarios de los dos países tratan de reforzar la confianza entre ellos, la gente se viene y perfora agujeros en [esta creencia], lo que hace ineficaz sus esfuerzos [conjuntos] para combatir el terrorismo. Los que obtienen el máximo provecho de esto son los propios terroristas que el mundo está tratando de eliminar. Arabia Saudita es un socio importante en este tema complejo [de la lucha contra el terrorismo y por lo tanto] la administración del Presidente Barack Obama tiene la tarea principal de poner en marcha de nuevo la alianza entre los dos países y prevenir [actos de] oportunismo momentáneo en perjudicar las relaciones estratégicas entre Riad y Washington…”[4]
Redactor saudita: Están esquizofrénicos los Estados Unidos, quienes nos acusan de apoyar a Al-Qaeda?
Khalaf Al-Harbi, columnista del diario oficial saudita ‘Okaz, escribió: “Quince años después de los acontecimientos del 11 de Septiembre, nuestros queridos [amigos] los estadounidenses han descubierto de repente que Arabia Saudita es responsable de este crimen terrorista que cambió la faz del mundo. Este extraño descubrimiento nos lleva a presentar varias preguntas inocentes: [Si Arabia Saudita es responsable de los ataques], ¿por qué entonces los Estados Unidos destruyeron a la empobrecida Afganistán hasta no dejar nada de pie allí? ¿Por qué invadió Irak y la hizo retroceder mil años? ¿Por qué eligió a Arabia Saudita, de todos los [países] como su aliado en su guerra contra el terrorismo y se apoyó fuertemente en esta en su lucha contra Al-Qaeda?… [De hecho,] el establecimiento de las brigadas de muyahidines árabes en Afganistán fue llevado a cabo en cooperación con los Estados Unidos y el papel desempeñado por la CIA en esta acción es de conocimiento público. El hecho de que algunos de esos mismos muyahidines más tarde se desviaron y se unieron a Al-Qaeda tiene más que ver con los Estados Unidos que con Arabia Saudita.
“Quizá más importante es que, después de los acontecimientos del 11 de Septiembre y los Estados Unidos enredándose en Afganistán e Irak, Arabia Saudita entró en una feroz guerra contra Al-Qaeda en su propio territorio, simplemente porque esta organización vio a Arabia Saudita como un aliado estratégico y político estadounidense. Entonces, ¿cómo puede Arabia Saudita estar detrás de Al-Qaeda, que lucha contra esta por sus relaciones con los Estados Unidos? Por otra parte, los Estados Unidos firmaron acuerdos de cooperación de seguridad con Arabia Saudita a fin de combatir contra Al Qaeda, perseguir a sus miembros, bombardear sus fortalezas y cortar de lleno sus canales de organización. Se ha vuelto esquizofrénica la madre Estados Unidos, que ahora nos acusa de apoyar a nuestro enemigo común?! Creo que nuestra diplomacia exterior se enfrenta actualmente a la tarea histórica de ponernos de pie contra estas difamaciones de los estadounidenses, por lo que no estamos obligados a confrontar acusaciones injustas respecto a los errores que no fueron los nuestros [en primer lugar], sino más bien fueron errores cometidos por los propios norteamericanos!”[5]
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9144.htm
[1] Nytimes.com 15 de abril, 2016.
[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 18 de abril, 2016.
[3] Sobre el discurso en la prensa del Golfo ante la víspera de la visita de Obama, véase MEMRI Despacho Especial No. 6394, Arabia Saudita y los Estados del Golfo ante la visita de Obama: Obama nos decepcionó, nos hizo darnos cuenta de que no es un verdadero amigo y nos hizo empezar a confiar sólo en nosotros mismos, 20 de abril, 2016.
[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de abril, 2016.
[5] ‘Okaz (Arabia Saudita), 19 de abril, 2016.
En respuesta a la propuesta del proyecto de ley, el diario saudita ‘Okaz publicó un artículo afirmando que un grupo de presión iraní operaba dentro del Congreso estadounidense en un esfuerzo por implicar a Arabia Saudita en los ataques del 11 de Septiembre. Artículos adicionales en la prensa saudí y bahreiní criticaron el proyecto de ley y los esfuerzos por vincular a Arabia Saudita al 11 de Septiembre y responsabilizarla por los ataques terroristas.[2]
De acuerdo a los artículos, estas acusaciones carecen de fundamento fáctico y probablemente tengan la intención de perjudicar las relaciones entre Arabia Saudita y los Estados Unidos, sirviendo así a los intereses de los terroristas. Los autores afirman que Arabia Saudita es la parte principal perjudicada por Al-Qaeda, en parte debido a las relaciones del país con los Estados Unidos y afirmaron que Arabia Saudita lidera la lucha contra el terrorismo en general y contra Al Qaeda en particular. La política estadounidense fue descrita como “esquizofrénica”, porque los Estados Unidos acusan a Arabia Saudita de apoyar el terrorismo, pero al mismo tiempo, forman una alianza con este para enfrentar el terrorismo. También alegaron que los Estados Unidos habían apoyado a los muyahidines en Afganistán, al igual que lo hizo Arabia Saudita y que el hecho de que estos muyahidines se habían unido a Al-Qaeda se derivó de los errores cometidos por los Estados Unidos. Los Estados Unidos, afirmaron, tiene mayor responsabilidad que Arabia Saudita por los hechos perpetrados por Al Qaeda.
Algunos autores afirmaron que el proyecto de ley refleja un cambio en la postura del gobierno estadounidense hacia Arabia Saudita y los estados del Golfo y declararon que una fisura en las relaciones entre los países era posible.
Los artículos fueron escritos en víspera de la visita del Presidente de Estados Unidos a Arabia Saudita y a los estados del Golfo el 21 de abril y reflejan la ira y críticas albergadas en los estados del Golfo hacia la política de su gobierno.[3]
El Presidente Obama y el Rey Salman (Imagen: english.alarabiya.net)
Editor de Al-Sharq Al-Awsat: Estas son afirmaciones sin fundamento dirigidas a sabotear las relaciones Estados Unidos-Arabia Saudita
Salman Al-Dosari, editor del diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió: “Estas acusaciones sobre vínculos sauditas a los infames ataques del 11 de Septiembre no son nuevas. Estas se apagan por un tiempo y luego vuelven a surgir de repente, siempre que ciertas personas lo quieran… Estas afirmaciones no tienen base en hechos, pruebas o evidencias legales y su objeto es precisamente provocar fisuras en las filas unificadas de los dos aliados principales que se oponen al terrorismo [Arabia Saudita y los Estados Unidos] y socavar la confianza entre las dos partes. Cómo de hecho, se puede ganar una guerra cuando uno duda de su principal aliado [en la lucha] contra su enemigo común?
“Deseo recordarle a esos [que vinculan a Arabia Saudita al 11 de Septiembre] que desde los ataques terroristas del 11 de Septiembre al día de hoy, se ha demostrado, con pruebas claras, que el daño hecho por Al-Qaeda y sus ataques a Arabia Saudita – sus ciudadanos, sus funcionarios, su gobierno, e incluso a su familia real – supera el daño que este le hizo a los Estados Unidos. No es esto suficiente para probar que Al-Qaeda es, ante todo, el enemigo de Arabia Saudita ¿Cómo es posible pensar que alguien pueda defender a aquellos que lo asesinaron y actúan para desestabilizarlo?
“[Incluso] si 15 de los perpetradores del 11 de Septiembre eran saudíes, no es motivo para que Arabia Saudita cargue con la culpa de su crimen por siempre. Por ejemplo, el Primer Ministro francés dijo en el pasado que 5.000 europeos combatían junto a los extremistas en Siria e Irak y que de acuerdo a estimados de inteligencia francesa, se espera que esta cifra aumente a 10.000 combatientes del EIIS a finales del 2015. ¿Sería justo culpar a los gobiernos [europeos] de estos extremistas y responsabilizarlos porque tal alarmante número [de sus ciudadanos] se ha unido a ésta organización terrorista?…
“Arabia Saudita desea conocer los hechos respecto a estos terroristas del [11 de Septiembre] – quienes los ayudaron y les financió – no sólo para proteger a los Estados Unidos y al mundo entero del peligro que encarnan [tales] terroristas, sino también con el fin de protegerse a sí misma, ya que este terrorismo apunta principalmente a Arabia Saudita. Acusaciones como las lanzadas al azar no tienen base en hechos, sino que son meras conjeturas y opiniones personales sin fundamento que deberían ser descartadas. Además, contradicen las leyes y la constitución de los propios Estados Unidos. Naturalmente, Arabia Saudita no se ocupa de reclamos irrelevantes y sin base legal. Lo peligroso es que, siempre que funcionarios de los dos países tratan de reforzar la confianza entre ellos, la gente se viene y perfora agujeros en [esta creencia], lo que hace ineficaz sus esfuerzos [conjuntos] para combatir el terrorismo. Los que obtienen el máximo provecho de esto son los propios terroristas que el mundo está tratando de eliminar. Arabia Saudita es un socio importante en este tema complejo [de la lucha contra el terrorismo y por lo tanto] la administración del Presidente Barack Obama tiene la tarea principal de poner en marcha de nuevo la alianza entre los dos países y prevenir [actos de] oportunismo momentáneo en perjudicar las relaciones estratégicas entre Riad y Washington…”[4]
Redactor saudita: Están esquizofrénicos los Estados Unidos, quienes nos acusan de apoyar a Al-Qaeda?
Khalaf Al-Harbi, columnista del diario oficial saudita ‘Okaz, escribió: “Quince años después de los acontecimientos del 11 de Septiembre, nuestros queridos [amigos] los estadounidenses han descubierto de repente que Arabia Saudita es responsable de este crimen terrorista que cambió la faz del mundo. Este extraño descubrimiento nos lleva a presentar varias preguntas inocentes: [Si Arabia Saudita es responsable de los ataques], ¿por qué entonces los Estados Unidos destruyeron a la empobrecida Afganistán hasta no dejar nada de pie allí? ¿Por qué invadió Irak y la hizo retroceder mil años? ¿Por qué eligió a Arabia Saudita, de todos los [países] como su aliado en su guerra contra el terrorismo y se apoyó fuertemente en esta en su lucha contra Al-Qaeda?… [De hecho,] el establecimiento de las brigadas de muyahidines árabes en Afganistán fue llevado a cabo en cooperación con los Estados Unidos y el papel desempeñado por la CIA en esta acción es de conocimiento público. El hecho de que algunos de esos mismos muyahidines más tarde se desviaron y se unieron a Al-Qaeda tiene más que ver con los Estados Unidos que con Arabia Saudita.
“Quizá más importante es que, después de los acontecimientos del 11 de Septiembre y los Estados Unidos enredándose en Afganistán e Irak, Arabia Saudita entró en una feroz guerra contra Al-Qaeda en su propio territorio, simplemente porque esta organización vio a Arabia Saudita como un aliado estratégico y político estadounidense. Entonces, ¿cómo puede Arabia Saudita estar detrás de Al-Qaeda, que lucha contra esta por sus relaciones con los Estados Unidos? Por otra parte, los Estados Unidos firmaron acuerdos de cooperación de seguridad con Arabia Saudita a fin de combatir contra Al Qaeda, perseguir a sus miembros, bombardear sus fortalezas y cortar de lleno sus canales de organización. Se ha vuelto esquizofrénica la madre Estados Unidos, que ahora nos acusa de apoyar a nuestro enemigo común?! Creo que nuestra diplomacia exterior se enfrenta actualmente a la tarea histórica de ponernos de pie contra estas difamaciones de los estadounidenses, por lo que no estamos obligados a confrontar acusaciones injustas respecto a los errores que no fueron los nuestros [en primer lugar], sino más bien fueron errores cometidos por los propios norteamericanos!”[5]
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9144.htm
[1] Nytimes.com 15 de abril, 2016.
[2] ‘Okaz (Arabia Saudita), 18 de abril, 2016.
[3] Sobre el discurso en la prensa del Golfo ante la víspera de la visita de Obama, véase MEMRI Despacho Especial No. 6394, Arabia Saudita y los Estados del Golfo ante la visita de Obama: Obama nos decepcionó, nos hizo darnos cuenta de que no es un verdadero amigo y nos hizo empezar a confiar sólo en nosotros mismos, 20 de abril, 2016.
[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de abril, 2016.
[5] ‘Okaz (Arabia Saudita), 19 de abril, 2016.
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