WASHINGTON (AP) — La alarma y la condena se hicieron presentes el jueves en las capitales europeas, la Casa Blanca y entre los mismos líderes del partido de Donald Trump, luego de que el candidato republicano insinuara que Estados Unidos podría abandonar sus compromisos militares con la OTAN en caso de que sea electo como presidente.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, quien respaldó a Trump en la convención nacional del partido apenas dos días atrás, dijo que estaba en total desacuerdo con la declaración, pero que estaba dispuesto a "anotarlo como un error de novato".
McConnell definió a la OTAN como "la alianza militar más exitosa en la historia del mundo", durante una entrevista vía Facebook con The New York Times.
En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo que el acuerdo de la alianza era muy claro: "Nos defendemos unos a otros".
"No interferiré en la campaña electoral de Estados Unidos", recalcó Stoltenberg. Pero añadió puntualmente: "Dos guerras mundiales han demostrado que la paz en Europa también es importante para la seguridad en Estados Unidos".
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, subrayó que todo presidente desde la Segunda Guerra Mundial, republicano o demócrata, ha respaldado el acuerdo con la OTAN.
"La piedra angular de la alianza es el compromiso de que todos los aliados se defiendan mutuamente", afirmó Earnest. "El compromiso de Estados Unidos con el mundo está blindado".
De hecho, la insinuación de Trump durante una entrevista con el Times, daría un vuelco a décadas de política exterior estadounidense y sacudiría las estructuras de seguridad que han respaldado a la estabilidad europea y global desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la entrevista con el Times, Trump dijo que revisaría las contribuciones financieras de los aliados — en este caso de Estonia, Letonia y Lituania — antes de actuar bajo la cláusula de defensa mutua de la OTAN, en caso de que alguna de estas naciones fuera atacada por Rusia.
Varios gobiernos de Estados Unidos se han quejado, a menudo amargamente, de que muchos miembros de la OTAN no cubren su parte correspondiente en los gastos de la alianza.
Estados Unidos cubre más del 70% de todos los gastos de defensa de la OTAN y solo otros cuatro aliados — Gran Bretaña, Estonia, Grecia y Polonia — cumplen con el requerimiento mínimo de la OTAN de destinar el 2% del producto interno bruto en gastos de defensa.
Pero el hecho de que Trump presente la idea de que se cubra un monto de gastos como prerrequisito para que Estados Unidos defienda a un aliado de la OTAN fue un abrupto rompimiento con una añeja política estadounidense.
El presidente de Estonia Toomas Hendrik Ilves tuiteó que su país fue uno de los pocos con cubrir su gasto mínimo en defensa y resaltó que Estonia "peleó sin reservas" a nombre de Estados Unidos en Afganistán.
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Los periodistas de Associated Press Vivian Salama en Washington, John-Thor Dahlberg en Bruselas; Liudas Dapkus en Vilna, Lituania; Jari Tanner en Tallin, Estonia; Matti Huuhtanen en Helsinki, Monika Scislowska en Varsovia, y Gary Fineout en Panama City Beach, Florida, contribuyeron con este despacho.
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