Informe: China gasta millones para influir en políticas de EEUU
China ha realizado un esfuerzo multilateral para influir en las políticas clave y los líderes de opinión en EE.UU., advierte una comisión estadounidense.
La Comisión de Revisión Económica y de Seguridad EE.UU.-China señala en su informe de 39 páginas que prominentes laboratorios de ideas estadounidenses como Brookings Institution, Carter Center y la Universidad Johns Hopkins, han sido “directamente” financiados desde Pekín o han cooperado en proyectos financiados por el Frente Unido, liderado por el Partido Comunista de China.
Con la política de influencia, “Pekín busca enviar sus mensajes a través de terceros porque cree que es más probable que los extranjeros acepten una propaganda si aparece en fuentes no chinas”, destaca el informe elaborado el viernes y enviado al Congreso estadounidense.
La labor del Frente Unido, según reseña la publicación, sirve para “promover” la preferida narración global de Pekín y “presionar” a los individuos que residen fuera de China para que “se autocensuren” e impidan abordar temas que no les guste al Gobierno chino.
La comisión estadounidense considera asimismo que “el poder blando” de Pekín se ha expandido drásticamente durante la gestión del actual presidente chino, Xi Jinping.
Pekín busca enviar sus mensajes a través de terceros porque cree que es más probable que los extranjeros acepten una propaganda si aparece en fuentes no chinas”, se lee en un informe de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad EE.UU.-China.
Larry Wortzel, un coronel retirado del Ejército de EEUU que ahora sirve como miembro de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad EE.UU.-China, indicó el sábado al portal local The Washington Free Beacon que “la mayoría de los estadounidenses y muchos congresistas no tienen ni idea de la gama de las actividades” que realiza el Partido Comunista chino contra el país norteamericano.
Añadió que ahora que el Congreso ha sido alertado de las “operaciones de influencia” de China, debe adoptar legislaciones para obligar a las personas que tienen relaciones algunas con el Frente Unido u otras instituciones chinas a registrarse como “agentes extranjeros”.
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