El Estado Islámico ataca el corazón de Damasco

El grupo terrorista está cerca de hacerse con el control de la ciudad, tras una nueva ofensiva que ha tomado por sorpresa a las fuerzas rebeldes.

AG

Miércoles, 2. Septiembre 2015 - 11:08

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Los combates se suceden en Damasco. Los yihadistas del Estado Islámico y los rebeldes sirios mantienen un duro enfrentamiento desde este domingo por la pugna del barrio de al-Hajar al-Aswad, clave para mantener el control de la ciudad. De hecho, el grupo terrorista está más cerca que nunca del centro y sólo dos calles separan a los muyahidines del distrito de Qadam.

Esta nueva ofensiva ha tomado por sorpresa a las fuerzas rebeldes, pues siempre habían mantenido a raya a los yihadistas y las ofensivas del autoproclamado califato se reducían en los últimos tiempos a pequeños atentados. El director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman, ha explicado que "están preparados" para controlar los avances del Estado Islámico.

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Desde el Observatorio han subrayado que el pasado domingo murieron quince combatientes, aunque no han podido especificar cuántos eran del Estado Islámicos y cuántos eran rebeldes islamistas. La población civil ha tenido que abandonar la zona ante la violencia de los ataques, hartos ya de los continuos enfrentamientos.

Desde su expulsión del suburbio de Ghouta oriental, el Estado Islámico ha utilizado siempre el barrio de Al-Hajar al-Aswad como el blanco perfecto para sus ataques en la capital. Fue allí, donde el mes de abril decapitó a dos combatientes rebeldes capturados en Qadam.

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Más de 240.000 personas han muerto en el conflicto de Siria, que comenzó con las protestas contra el gobierno en marzo de 2011, pero que ha derivado en una suerte de guerra civil a tres bandas que incluye a las fuerzas fieles a Bashar al-Asad, los rebeldes islamistas y el Estado Islámico.

Los enfrentamientos no se limitan únicamente a los centros urbanos, sino que en el noroeste, el ejército de la alianza, una agrupación de colectivos islamistas y yihadistas, incluyendo a la filial en Siria de Al Qaeda, se ha hecho con varios centros estratégicos y ha dejado un reguero de muertes a su paso.