Salman Rushdie: «Basta de intelectuales cobardes y políticos tímidos, hay que desafiar a EI»
ÁNGEL GÓMEZ / ROMA
Día 06/09/2015 - 17.20h
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El escritor pide afrontar con decisión la amenaza y la nueva dialéctica impuesta por el fanatismo
El tiempo se ha acabado, «hay que destruir a Estado Islámico». Así se expresa el escritor británico Salman Rushdie (Bombay, 1947), quien con la publicación de «Los versos satánicos» (1988) se convirtió en el primer objetivo del fundamentalismo islámico, haciendo Jomeiniun llamamiento a su ejecución. Cuando está por salir su última novela, la revista el «Venerdi», del diario «La Repubblica» publica una entrevista y le dedica su portada con el título «La guerra de Salman»: «Basta de intelectuales cobardes y de políticos tímidos. Es el momento de desafiar a quien amenaza», afirma Rushdie. Precisamente, sobre este conflicto con el Islam también se puso ayer a la venta un libro de la célebre periodista Oriana Fallaci (Florencia, 1929-2006): «Las raíces del odio. Mi verdad sobre el Islam», una recopilación de artículos, algunos inéditos.
Suicidas, decapitaciones
En muchos de los pasajes del nuevo libro de Rushdie, «2 años, 8 meses y 28 noches», que aparece el próximo martes en Italia, hay narración de masacres de falsos dioses, de los terroristas suicidas que se hacen explotar y decapitaciones. La pregunta inevitable a Rushdie es si al escribir su libro pensaba en Estado Islámico y cuál es su opinión sobre EI: «Sin duda, muchas escenas son sacadas de la actualidad. Ciertamente la aparición de EI marca la culminación de uno de los grandes acontecimientos filosóficos de los últimos decenios. Quiero decir que si antes la dialéctica de la historia era la marxista entre capitalismo y socialismo, hoy parece estar convirtiéndose entre fe y laicidad. En 1968, cuando yo estaba en la universidad, la religión estaba ausente de la esfera pública. Pero 50 años después hemos asistido a su formidable renacimiento, una sorpresa que no es buena», afirma Rushdie a «Venerdi».
El escritor británico se muestra muy crítico con Occidente por no destruir a EI: «No tiene estómago para mandar al ejército a Irak, después de lo que sucedió la última vez. Por tanto, se limita a contener a EI, en lugar de derrotarlo». Al hilo de la actualidad, Rushdie se muestra impresionado por la destrucción de los monumentos de Palmira:«Como seres humanos nos alimentamos de la belleza y ellos la destruyen. Su objetivo es generar horror en el público, y lo están logrando sin duda».
Las decapitaciones de EI, entre ellas a periodistas, le hacen recordar también a Salman Rushdie su amenaza de muerte por «Los versos satánicos»: «Después de 25 años, vemos que mi historia no fue un hecho excepcional, sino el inicio de una ola que ha crecido. Hoy como entonces lo más preocupante me parece la indisponibilidad de las instituciones y personas influyentes a reaccionar. Nos limitamos a contener, no a desafiar a quien amenaza. En cambio, tendríamos que sentir una gran responsabilidad para custodiar la cultura en que vivimos».
«Primaveras» fracasadas
Salman Rushdie es crítico con el presidente Obama y con el resultado de las llamadas «primaveras árabes»: «Han fracasado y han colocado en el poder a gente sin escrúpulos. Hemos vivido una breve ilusión de transformación e inmediatamente después la realidad de un periodo mucho más duro que ha coincidido también con el rapidísimo crecimiento de EI». Curiosamente, Rushdie y Oriana Fallaci coinciden en muchas de sus opiniones. Entre ellos hay un hilo conductor, el mismo que hay en el libro del más brillante politólogo italiano, Giovanni Sartori (Florencia, 1924), premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (2005), que acaba de publicar «La carrera hacia ninguna parte». En una entrevista a ABC, Sartori considera que «estamos viviendo una guerra de religión» y advierte que «Occidente y sus valores están en peligro».
Oriana Fallaci, profeta
«En las raíces del odio. Mi verdad sobre el Islam», la escritora y gran periodista Oriana Fallaci, la autora de «La rabia y el orgullo» y «La fuerza de la razón» afronta sin rodeos y sin concesiones la guerra entre el mundo occidental y el mundo islámico. Sus libros y artículos tras el atentado de las torres gemelas de Nueva York, en 2001, suscitaron elogios, pero también dieron fastidio y fueron rechazados incluso con cierto desprecio en parte del mundo político y de la opinión pública. De hecho, en algunos sectores italianos se encasilló a Oriana Fallaci como una fanática belicista, marcada por el odio de profesión antiislámica. La relectura de su trabajo y del nuevo libro demuestra que con Oriana Fallaci se ha cometido un gran error en Italia. Así lo afirma en la introducción del libro Lucia Annunziata, expresidenta de la RAI (Radiotelevisión pública italiana), una periodista respetada de centro izquierda. «Cualquiera que sea la opinión sobre “La Rabia y el Orgullo”, los reportajes y las entrevistas de Oriana Fallaci dan cuenta de una observadora sin prejuicios». Llama la atención que artículos del nuevo libro son actuales, porque Occidente, según advertía Oriana Fallaci, parece haber perdido su rabia y orgullo y, en consecuencia, no declaran la guerra y destruyen a los fanáticos del Islam, como también denuncia Salman Rushdie. En cierta forma, Oriana Fallaci lanzó desde el 2001 una profecía sobre el actual conflicto con el Islam, como afirma Annunizata: «Todavía hoy nos conmueve la rabia expresada por la Fallaci y la profética fuerza de su eco». El odio, sus raíces, es el hilo conductor del libro de Oriana Fallaci, porque según ella es el odio el que mueve la guerra de religión en acto.
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