El Islam: la opinión publicada se convierte en opinión pública
Para entender un poco del Islam, no basta con una rápida hojeada al Corán o dar importancia a las voces que actúan como relámpagos y que modulan hipnóticamente la opinión
20/07/2016 - Autor: Kassem - Fuente: elcoraan.webnode.es
El Islam es la religión de mayor crecimiento en el mundo, tanto en sus principales lugares de influencia, Asia y África, como en el continente europeo y diversas zonas del planeta. Casi la cuarta parte de la población del mundo es musulmana, y no se vislumbra que pueda entrar en retroceso en ninguna parte.
Con la misma rapidez, el proceso de la modernización a través la occidentalización se encuentra también en clara expansión. Primero fue una expansión colonial, pero hoy es sobre todo una expansión cultural. Con sorprendente rapidez está asimilando y homogeneizando a todas las culturas del planeta. Impone su modelo económico, su manera de vestir, sus deportes y sus esquemas mentales.
Sólo el Islam parece invulnerable y resistente a este proceso. Cuando en occidente la realidad es esencialmente material, en el Islam en cambio todo gira en torno a la religión: individuo, sociedad, estructuras económicas o culturales. Los musulmanes perciben una realidad sacra, en la que la religión abarca y unifica todas las facetas de la vida, y también brinda guía moral para cada acción que realiza la persona. En otras palabras, el Islam es un “modo de vida completo”.
Los medios de comunicación occidentales que no sólo transmiten información e ideas, sino que generan opinión y presentan una visión particular de la realidad y señalan al Islam como una amenaza para la civilización occidental.
Por ejemplo, los medios de comunicación occidentales no ayudan a la gente a entender por qué los musulmanes europeos necesitan ir a la mezquita, y después interpretan que eso es una señal de que no se quieren integrar. Y es todo lo contrario porque si hacen esto, es porque se sienten en casa.
Los musulmanes son representados generalmente como atrasados, irracionales, fundamentalistas, misóginos, una amenaza. La palabra ‘fundamentalismo’ es asociada prácticamente de forma automática con el mundo musulmán. El lector medio identifica fundamentalismo e Islam como si fuesen esencialmente lo mismo. Así que la opinión publicada se convierte en opinión pública.
Los periódicos mayoritarios están llenos, día a día, de este tipo de representaciones, presentando al Islam y los musulmanes como un colectivo proclive al extremismo, al fundamentalismo y al terrorismo.
Los medios de comunicación equivocan el uso del término ‘yihad’ al referirse a ella como una guerra santa en la que los musulmanes matan irracionalmente a infieles, cuando en realidad la ‘yihad’ puede significar multitud de acciones que un musulmán puede hacer por acercarse a Dios. La forma en que los medios representan la ‘yihad’ transmite habitualmente una visión negativa del Islam.
Es evidente que en una religión con más de mil setecientos millones de seguidores y sin una metodología de interpretación compartida o consensuada, es inevitable que haya discrepancias, equívocos e incluso posiciones extremas, por consiguiente no puede negarse que hay grupos violentos que han construido su ideología desde determinada interpretación del Corán y la Sunna.
Cuando consultamos el Corán y algunas de sus interpretaciones, resulta evidente que el Islam experimentó diversas fases de combate y de violencia, principalmente en sus inicios. El Corán ordena luchar con las armas hasta que el Islam triunfe. Los enemigos del Islam no solo no creían en el mensaje, sino que intentaban matar a los musulmanes y al profeta. Cuando el Corán dice: “¡Combatid contra quienes, habiendo recibido la Escritura, no creen en Dios ni en el ultimo Día, no prohíben lo que Dios y Su Enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera, hasta que, humillados, paguen el tributo directamente!”, la aya es clara, pero hay que leerla a la luz del contexto de entonces, y no del actual. Otra aya dice: “¡Profeta! ¡Combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos!”. Ante la hostilidad agresiva y constante de los idólatras y los enemigos del Islam, el profeta y sus seguidores han tenido que luchar. El reconocimiento del mensaje divino siempre ha ido acompañado de dramas y tragedias, no hay más que ver la historia de las religiones. Pero aquello sucedía hace casi quince siglos, en unas circunstancias y un contexto determinados, vinculados a la época en que las tribus de Arabia combatían entre ellas mucho antes de la llegada del Islam. La violencia en el Islam sólo es justificada en el caso de legítima defensa. Así que uno no puede desplazar los contextos y la historia a su antojo, según sus necesidades. Además para acercarse a una interpretación correcta del Corán:
. No hay que ser motivado por intereses personales.
. Hay que hacerlo bajo el compromiso de mantenerse fiel al texto y al espíritu del Corán.
. Hay que poseer una fuente importante de conocimiento de la lengua árabe y de sus reglas.
. Hay que poseer una fuente importante de conocimiento de la lengua árabe y de sus reglas.
Para entender un poco del Islam, no basta con una rápida hojeada al Corán o dar importancia a las voces que actúan como relámpagos y que modulan hipnóticamente la opinión. El Islam, en su expansión, supo asimilar muchas culturas, siendo capaz de recoger, reelaborar y desarrollar los saberes de la antigüedad, clásica y oriental, incrementándolos con nuevas aportaciones y extendiéndolos posteriormente a Europa a través de la Península Ibérica. De hecho, muchas comunidades cristianas y judías permanecieron dentro del mundo islámico, y así sus tradiciones culturales se mezclaron permitiendo la creación y desarrollo de una civilización que ha florecido en todos los ámbitos hasta que las enseñanzas del Islam quedaron apartadas y arrinconadas.
El Corán dice:
“Allah no os prohíbe que seáis buenos y equitativos con quienes no han combatido contra vosotros por causa de la religión,ni os han expulsado de vuestros hogares.Allah ama a los que son equitativos” Sura 60 aya 6
“No se puede forzar a nadie a aceptar la religión. El buen camino ha quedado claramente diferenciado del extravío.Así que,quien descrea de los falsos dioses y crea en Allah, se habrá aferrado al asidero más firme,en el que no hay fisuras.Allah todo lo oye, todo lo sabe” Sura 2 aya 256
“No se puede forzar a nadie a aceptar la religión. El buen camino ha quedado claramente diferenciado del extravío.Así que,quien descrea de los falsos dioses y crea en Allah, se habrá aferrado al asidero más firme,en el que no hay fisuras.Allah todo lo oye, todo lo sabe” Sura 2 aya 256
“Invita al camino de tu Señor con sabiduría y buenas palabras y discute con ellos de la mejor manera. En verdad, tu Señor es Quien mejor conoce quién se extravía de Su camino y Él es Quien mejor conoce o los bien guiados” Sura 16 aya 125
Esto es la esencia del mensaje del Islam, no está ni en los libros de historia, ni en los medios de comunicación ni en la imaginación de nadie. Las únicas fuentes del Islamson el Corán y la Sunna y cada uno es libre y responsable en su interpretación.
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