Texto del mensaje
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Ojos para la Paz
Plataforma Global contra las Guerras
CAUM, Madrid, 19-11-2016
“Europa en el objetivo, a través de los refugiados”
Primera Intervención
JoséLuis Vázquez Doménech
Ojos para la Paz
Introducción
Lo primero, gracias a quienes habéis venido a escucharnos. Supone un esfuerzo, dejar el sofá en invierno y venir aquí, a compartir el frio que habita nuestro mundo.
Quiero transmitiros algunas ideas que he perfilado, para comprender mejor cómo funciona el mundo, e incluso para comprender mejor cómo funcionamos nosotros. Y para transmitiros con mayor rigor y mayor solvencia lo que quiero expresar y lo que he preparado, he tomado la determinación de que lo mejor es leerlo. Para que nada escape, para que ni el más mínimo detalle se me olvide. Quiero ser incisivo, directo, y compartir lo que he ido reflexionando estos días, a golpe de palabras y silencios.
Hoy, lo veo necesario, porque nos están acorralando.
“Somos cautivos de un inefable aparato mediático, invasor y constructor del pensamiento único, que es capaz de convertir al agredido en agresor, y al agresor en alma caritativa que va por la vida ofreciendo ayuda humanitaria”
Y me pregunto… Y os pregunto…
¿Cómo es posible que hayamos asimilado las cuentas del capitalismo al sentido de nuestras vidas? ¿Cómo es posible que haciendo un balance general, tengamos por un lado las ganancias, en dólares y, por otro las pérdidas, en vidas humanas?
Ésta es la tierra que habitamos, la de miles de personas que viven en condiciones miserables incluso en las grandes ciudades occidentales; la de miles de personas que huyen de las mal llamadas guerras que no son sino invasiones; la de miles de personas que mueren en medio de las explosiones... Ésta es, una parte de la realidad que hay que mostrar, aunque ello nos lleve a difundir la desesperanza.
Yo he resuelto comenzar mostrando el rostro que más puede aproximarse a nuestra propia visión de la realidad, (al menos de la mía), sin olvidarme eso sí, de que con el lenguaje no debemos tener miedo de ir a la búsqueda de la verdad. Creo que es nuestra responsabilidad.
Pero frente al lenguaje nos encontramos con la primera barrera que debemos superar. Ese modo de comunicación que parece tan eficaz, está contaminado. Nos han secuestrado el verdadero significado de las palabras, y esa acción tan extendida está dificultando enormemente que nos entendamos al hablar. Más aún, está impidiendo que podamos comprender medianamente qué sucede más allá de cada noticia y cada novedad.
Voy a poneros algunos ejemplos para que se entienda bien lo que quiero mostrar. Nos hablan de una alianza de izquierdas en España, y resulta que uno de los partidos con la que se puede completar dicha alianza es casi neoliberal. Y hasta algunos de los protagonistas que lo saben, terminan digiriendo tamaña falsedad, y al final no hay quien sepa qué es la izquierda y a dónde quiere llegar el personal. Nos hablan de democracia, de representatividad, de justicia, de cohesión social, y de un largo etc. Pero toda esa terminología política está oxidada, no sirve para comprender lo que su significado encierra. Porque su verdadero significado, está a años luz de lo que representa en realidad. De un modo similar, todo el arco geopolítico sufre los mismos síntomas. Notifican la llegada de una rebelión y se trata de una invasión, nos cuentan el acto de una manifestación y lo que hay detrás no es sino una simulación, nos hacen saber de la llegada de una vacuna y lo que desembarca con ella es un ejército dispuesto a matar, le llevan al rey de viaje a visitar una monarquía amiga y con lo que nos encontramos es con una dictadura de armas tomar.
La lista es interminable, pero efectiva. Hasta el punto en el que uno pueda llegar a preguntarse, ¿de qué sirve hablar de democracia, si yo me encuentro en un plano y la opinión generalizada en otro?
La situación es ideal para jugar con nosotros y dinamitar cada sueño, eliminando la esencia de todas las palabras que, solo por un día, nos hicieron levantar. Y así, con su “Democracia” hemos topado. Tendríamos por una parte, que la democracia es un sistema donde los ciudadanos tienen a su alcance recursos para participar de manera significativa en la gestión de sus asuntos y, por otra, un sistema donde los medios de información son libres e imparciales. Pero resulta que en la definición real, en democracia lo que se hace es no permitir que la gente se haga cargo de sus propios asuntos (movimientos sociales), y hacer lo posible para que los medios estén fuertemente controlados.
Hay que tener cuidado. Todo es confusión. Todo es líquido, como dice Bauman, y se escurre sin dejar rastro ni poso alguno que merezca atención. No hay justicia, no hay igualdad, y no hay representación de nuestros intereses. Si hubiera democracia, la mayoría de la población estaría contenta con sus representantes, porque de eso trata la democracia, de gestionar los intereses de la mayoría. Pero casualmente, mira tú por donde, la mayoría está hasta los ovarios de ella.
Es importante saber de dónde partimos y, más aún, saber hacia dónde nos quieren llevar.
Dicen que soy un ciudadano europeo. Ante tamaña osadía, me veo en la obligación de cuestionar e interrogarme por lo que realmente significa dicha expresión. Ya el término ciudadano tiene sus connotaciones, pero sería largo de contar. Y, por tanto, me remitiré a plantear qué consecuencias emergen de dicha aceptación acrítica.
No cabe duda de que sutilmente se conforma una dualidad que nos diferencia. Estamos nosotros, y están los otros. Y, generalmente, los otros son más bárbaros que nosotros, a no ser que vengan con los bolsillos llenos o sean amigos de quienes hacen las leyes. Y una parte, y muy importante de los otros, son ellos, los refugiados.
Soy ciudadano europeo, aunque no lo quiera, y quiero saber por tanto, qué hace Europa y cómo trata Europa a los miles de refugiados que están huyendo de las guerras (mejor dicho, de las invasiones).
Quiero saber qué hacen en mi nombre los políticos que dicen nos representan. Qué hace Europa para saldar sus deudas con el mundo. Qué hace Europa para solventar las enormes crisis humanitarias que ella misma crea. Qué hace Europa bombardeando Libia y Siria, al mismo tiempo que se escandaliza por lo que han denominado ola de refugiados que ella misma crea…
Europa es una gran sucursal que ofrece desestabilización y recoge petróleo.
Ya el año 1915 resolvió con Francia y Gran Bretaña a la cabeza el reparto de Oriente Próximo en cinco zonas políticas y económicas, y como nos tienen acostumbrados, sin tener en cuenta su población, su etnia o su religión. El acuerdo Sykes-Picot, que hoy quieren dar ya por finiquitado, se firmó el 16 de mayo de 1916. En 1917, Gran Bretaña declaró que favorecería la creación de un estado judío en territorio palestino. Y en 1919, llega la Conferencia de Paz de París. A partir de ahí, todo es historia, todo es barbarie…
¿Cómo reacciona la propia ciudadanía europea ante Bruselas o Estrasburgo? ¿Cómo respondemos a nuestra propia arrogancia?
Yo reaccioné hace unos años, escribiendo algo parecido a un poema…
Europa
Sin caminos que conduzcan a ti, ya no alumbran el porvenir los fragmentos de tus promesas.
Pernoctas abrazado a la desidia política, y no puedes despertar a la luz de ningún alba.
Incorporas a tu discurso el miedo, y no avanzas, ni siquiera cuando caminas…
Has vaciado de sentido un imaginario colectivo que no existía, y que dibujabas con esmero.
Solo tus guardaespaldas te contemplan.
En todos los acantilados está grabado tu nombre, limitando la tierra consternada con las aguas turbias sobre las que has vertido toda la mugre y los restos de tu soberbia.
Este poema quiere dejar constancia del papel de Europa, del que no se habla, y del que se esconde toda su miseria. Este poema quiere expresar qué está sucediendo en la vieja y desvencijada Europa, esta Europa que dice transitar por la modernidad, y no hace otra cosa que plegarse a los designios de la maldad.
Europa nos da la espalda. A quienes quieren venir, y a quienes habitamos en ella. Y cierra los ojos, y deja abiertas las heridas…
Sería incomprensible determinar la incapacidad de la Unión Europea para resolver tanta problemática, sino fuera porque ya sabemos que su ceguera…, es voluntaria.
En toda relación social cuando estamos ante un contra-tiempo tendemos, en la medida de lo posible, a buscar los diferentes métodos para poder resolverlo. Para ello es muy normal y bastante cabal que procedamos a averiguar dónde están las causas del problema. Pues bien, en el caso que nos ocupa, se olvidan de las causas, y con el pensamiento único y delictivo por bandera, nos trasladan a su escenario; un escenario de guerra en el que se acusa a la propia Siria y a Rusia, de crímenes contra la humanidad.
El cuento, si no fuera por las trágicas consecuencias que conlleva, resulta hasta irrisorio. Pero así están las cosas, y en los márgenes de la desinformación, estamos obligados a procesar los acontecimientos desde la aproximación más sensata a la realidad.
La oleada de refugiados a Europa no es un acontecimiento casual, no es un éxodo a contemplar desde un balcón de Alepo, observando como sus gentes se dirigen rumbo a Libia para enfrentarse al Mar Mediterráneo.
Por tanto, la primera pregunta que nos debemos hacer urgentemente es: ¿Quiénes causan todo esto ¿Quiénes son, quienes desde sus dependencias privadas, gestionan eficazmente hasta las tragedias?
Si retomamos la anterior “oferta” anglo-francesa que consistía en destrozar regiones enteras, si recordamos cómo se llevó a cabo “el reparto de África”, y si observamos con detenimiento cómo con cada invasión uno de los objetivos es dividir cada estado y minimizarlo hasta dejarlo añicos, tenemos perfilado con bastante nitidez un modo de obrar que no es nuevo, que consiste en beneficiar a los grandes estados imperiales para fortalecer aún más sus privilegios, y en llenar de vacío de poder y caos cada país donde “se ofrecen” para luchar (como dicen ellos) contra el terrorismo. Es tan burda la maniobra que clama a los infiernos. Y tan esperpéntica la justificación que no les queda otra que seguir financiando grupos terroristas para que sigan brotando las rebeliones.
Este proceso, a través del cual se desmantela un país entero, hace imposible que durante toda una generación se pueda asistir a su restablecimiento. Y desgraciadamente, dicho proceso tiene incluso un nombre: se le llama La Teoría del Caos. Si fuera poco crear una masacre en vidas humanas con la intervención de la OTAN, luego se le añaden los embargos y se cierran las embajadas, para que el aislamiento sea ya un hecho y el objetivo final se consolide automáticamente; las tribus, o las diferentes etnias, o los diferentes grupos están sumidos en una disputa subvencionada, y la construcción de un nuevo gobierno solo tiene su validación con el respaldo de quién anteriormente creó el Caos.
Una vez destruidas todas las estructuras, y una vez liquidada cualquier posibilidad de salir fortalecidos de la masacre, llega además el golpe definitivo, que no consiste en otra cosa que dejar en manos de quien ha sido el destructor la posibilidad de crear un nuevo orden.
Tan sencillo como dramático, tan eficaz como inhumano.
Y si el proceso seguido en Iraq, Libia y Siria no es suficiente testimonio para constatar cómo se las gastan, ¿qué más ha de suceder?
Desgraciadamente, hay más: el capítulo de los refugiados. No contentos con dejarlos sin hogar, y no contentos con arruinar toda la estructura económica, ahora los movilizan para mostrar su rostro a las puertas de Europa, para dejar constancia de que la globalización también lleva consigo el equipaje de su propia fatalidad.
Nada hay más certero que uniformizar la tragedia, y extender su aliento hasta las puertas de nuestras casas. Pero eso sí, manifestando sin tapujos que la situación es incontrolable porque Siria vive bajo la amenaza directa de su propio presidente. Lo mismo decían de Libia. Siempre la misma cantinela. Siempre la ONU con sus objetivos impertinentes de querer proteger a la población. Y siempre los dirigentes expresando sin fisuras que sus respuestas son actos necesarios en “legítima defensa”. Tras los atentados de París del 13 de noviembre de 2015 ya lo dejó bien claro François Hollande: esto no es terrorismo, es un acto de guerra!
Cada vez que los mal llamados líderes mundiales se juntan para proteger a la población dicen disponer de una base militar para mandar la ayuda humanitaria cuanto antes. Fueron capaces de utilizar otra crisis inventada, esta vez la del ébola para llevar militares a la zona y seguir con sus peripecias. Fueron a combatir el ébola con armas y militares, como van a todas partes donde hay negocio. Lo recordamos para dejar constancia de ello; el ébola se extendió por Guinea Conakri, Sierra Leona, Liberia, República Democrática del Congo y Sudán, casualmente países todos ellos ricos en petróleo, diamantes, coltán y otros recursos naturales. Y Vinieron a España para que el gobierno les autorizara a usar dos bases militares “Para apoyar los esfuerzos para combatir el brote de ébola en África Occidental”. Y vaya si lo combatieron, el brote se fue como vino, y los experimentos para desarrollar armas contra potenciales casos de bioterrorismo fue todo un éxito.
¿Cómo es posible no considerar estos modos de acción? ¿Cómo es posible que bombardeen todos los países una y otra vez y nos hagan creer que es en apoyo de sus gentes? ¿Cómo es posible que manifiesten su ira contra los terroristas y sean ellos quienes les financien? ¿Cómo es posible que haya una guerra en cada país donde brotan el gas y el agua milagrosa y nos digan que es porque los gobiernos y los dirigentes explotan a sus gentes? ¿Cómo es posible que donde convive la diversidad, de repente, estallen los ánimos de las gentes humildes y trabajadoras? ¿Cómo es posible que la violencia surja precisamente allí donde hay recursos que hacen vibrar a los grandes capitales? ¿Cómo, por favor, podemos seguir creyendo que Estados Unidos ni nadie pueda edificar la paz donde solo patrocinan la guerra?
Nada es casual. Nada crece sin lluvia y sin siembra.
¿Qué hace Europa? Lo que viene haciendo media vida, poner el cesto para hacerse con su cosecha. ¿Y qué hace EEUU? La guerra. Nunca ha sabido hacer otra cosa, y es terrible que aun a día de hoy siga habiendo francotiradores del periodismo que halaguen su democracia.
Estados Unidos se fundó el año 1776. Han transcurrido 240 años, y ha estado en guerra durante 223. Es un dato escalofriante (el 93% de su tiempo de existencia). Pero es un dato extraoficial. Porque ellos nunca están en guerra, sino salvándonos a nosotros de su quema.
La oleada de refugiados, forma también parte de su guerra… Los refugiados; golpeados por un lado por la estrategia imperialista, insisto, por la estrategia imperialista y, golpeados por otro, por las olas del Mediterráneo y el desprecio de nuestros políticos.
Antes de dejar paso a mis compañeros, quiero terminar con unas palabras que escribí sobre la violencia desatada a nuestro alrededor, normalmente ejercida desde los estados…
“Hay que activar todos los protocolos porque nuestro mundo es un continuo estado de emergencia, en el que cada segundo, parte una ambulancia medicalizada a intentar reponer de un ataque a un pedacito de tierra que ha infartado”.
joséluis vázquez domènech
Ojos para la Paz
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