Rebeldes sirios aceptan la tregua humanitaria de la ONU en Alepo
La ONU espera ahora la respuesta del gobierno sirio y la aprobación escrita de Rusia para "salir de esta horrenda situación", según Jan Egeland
Los rebeldes sirios han aceptado el plan de ayuda humanitaria propuesto por la ONU para el este de Alepo, aunque Naciones Unidas está esperando la confirmación de Rusia y del Gobierno sirio, según ha confirmado este jueves Jan Egeland, responsable de la ONU para el acceso humanitario a Siria.
Más de 275.000 personas están atrapadas en el este de Alepo, soportando una situación extrema. A las duras condiciones del invierno se suma que las últimas raciones de alimentos se distribuyeron el 13 de noviembre.
Cientos de camiones de ayuda humanitaria están listos para salir de Turquía y de las zonas controladas por el Gobierno sirio, en el oeste de Alepo, para llevar comida y medicinas a la parte este de la ciudad. Pero Naciones Unidas necesita 72 horas una vez que tenga todas las aprobaciones, para preparar una "operación grande, compleja y peligrosa", señaló Egeland.
"Ahora tenemos la aprobación por escrito de los grupos armados de la oposición del Alepo oriental", dijo a los periodistas, especificando que se refería a los rebeldes con los que la ONU está en contacto y no incluyen a los militantes del extinto Frente Al Nusra.
"También tenemos el consentimiento verbal de Rusia", pero "necesitamos la aprobación escrita y un apoyo incondicional" de Moscú, además "estamos esperando la respuesta del Gobierno de Siria". Egeland espera que el plan, que incluye la rotación de los 30 médicos que todavía están en el este de Alepo, pueda llevarse a cabo "en los próximos días".
El asedio y los intensos bombardeos en el este de Alepo, agravados por frecuentes ataques aéreos a hospitales desde la semana pasada, han dejado a los residentes con muy escasos medicamentos, alimentos y combustible.
"No hay establecimiento médico que no haya sido bombardeado en el este de Alepo, así que hemos concebido un sistema para salir de esta horrenda situación, en la que los hospitales han sido atacados una y otra vez", afirmó el enviado especial de la ONU. Las instalaciones médicas deben estar claramente marcadas, utilizadas sólo para fines civiles y su localización debe ser enviada "a todos los actores militares que están usando la guerra aérea para evitar más ataques", dijo.
Cientos de heridos esperan la evacuación para recibir tratamiento, dijo Egeland. Preguntado acerca de cualquier "Plan B", respondió: "En muchos aspectos, el Plan B es que la gente se muere de hambre, ¿y podemos permitir que eso suceda? No, no podemos permitir que eso suceda".
Unos 974.000 sirios viven en zonas sitiadas, incluyendo 850.000 que viven cercados por las fuerzas del Gobierno de Damasco y el resto atrapado por los militantes del Estado Islámico y otros rebeldes, señala Naciones Unidas.
El responsable de la ONU para el acceso humanitario en Siria se refirió también a las ciudades de Madaya y Zabadani, sitiadas por el régimen, cerca de la frontera libanesa, y a los pueblos de Foua y Kefraya, rodeados por los rebeldes en Idlib: "Esperamos poder ir a las 'cuatro ciudades' este fin de semana de manera urgen
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