EL ISLAM EN SU
ESENCIA
Islam es una palabra árabe. Su significado es, el acto de la
resignación a Dios. El radical de la palabra es SLM, pronunciado silm, que
significa paz, de donde llega aslama que quiere decir: se sometió, se entregó.
Al‑Islam o Islam es la religión que lleva la paz a la humanidad cuando el hombre
se abandona a Dios y se somete a Su voluntad. Según el Libro Santo revelado a
Mahoma (la paz y bendición de Dios sean con él), es ésta la sola religión
verdadera, profesada por todos los Profetas desde Adán hasta Mahoma, el último
profeta. Un "Muslim" es alguien que se resigna a entregarse a Dios y por esta
actitud profesa la fe del Islam. Un musulmán consecuentemente cree en todos los
profetas y no hace diferencia entre uno y otro. También cree que Dios ha enviado
Sus profetas a todos los puntos de la tierra para predicar la misma religión;
que Su mensaje paró de llegar después de las revelaciones últimas, recibidas por
el último Profeta, Mahoma (paz, y bendición de Dios sean con él), y que el
mensaje recibido por el último profeta, es el más comprensible y la forma final
del mensaje de Dios para el hombre.
FE, ACCIÓN Y
REALIZACIÓN
Para
llegar a ser un musulmán verdadero, tres cosas son necesarias: La Fe, ‑ Acción
según esta fe , - y la Realización de
nuestra relación con Dios, como resultado de la actuación y de la
obediencia.
FE.
La
Fe, designada en el Qur'án, el Libro Santo del Islam, como Imán consiste en
creer que Allah, (Dios) sólo es merecedor de adoración, y que Mahoma (con él sea
la paz) es el Mensajero de Alá, y de prestar testimonio de la precedente
convicción. Esto implica:
1)
Real existencia, exclusivamente, es la de Alá; el hombre y la creación entera
sólo existen porque Alá quiere que así sea.
2)
Como no puede haber dos orígenes de creación, ya que Alá sólo es el Creador, ‑
todo de El proviene y hacia El ha de volver. Por lo tanto la creación toda,
incluyendo al hombre, es la manifestación del poderío y de la gloria de Alá y
entonces de Sus propiedades o atributos.
3)
La relación entre el hombre y Alá es la de servidor y Amo. Como el hombre debe
hasta su existencia a Alá, ‑ brindando su adoración a alguien que no sea El
‑comete el pecado más grave.
4)
Los tres aspectos precedentes de Fe en Alá son realizados por el hombre
solamente si éste responde al Mensaje de Alá, y eso es posible si cree en Mahoma
(la paz sea con él) en su calidad de Mensajero de Alá.
5)
Como mensajero, él es el último y más grande, cuya llegada ha sido anunciada por
los mensajeros anteriores, y quien por ende concluyera el proceso de
revelación.
6)
El es por lo tanto el Ideal Perfecto para la humanidad, el servidor perfecto de
Alá, y con esto la manifestación más completa e idealmente más equilibrada de
los atributos de Alá.
7)
Creer en él, significa creer en todos los otros profetas de Alá.
8)
Creer en él equivale creer que el Corán contiene todas las revelaciones enviadas
a la humanidad por su intermedio, que estas revelaciones nos proveen de una guía
y que nos corresponde adorar a Alá siguiendo estas revelaciones en consonancia
con el método que nos prescribió Mahoma (la paz sea con él) y pues en
conformidad con sus dichos y costumbres, conocidos como Hadith o Sunnah.
9)
De creer en él, también supone de creer en los portadores de este mensaje, los
ángeles, evocados en el Corán como funcionarios.
ACCIÓN
Expresado en árabe por la palabra 'A mal, es la manifestación en
nuestras acciones, hasta donde somos realmente servidores de Dios. Puesto que la
acción necesita de leyes y reglamentos según cuales organizamos nuestro
comportamiento individual y social, las revelaciones y la incorporación física
efectiva de estas revelaciones en las acciones del Profeta (la paz sea con él),
proveen ambos: la basis y la estructura de la Ley de conducta humana, conocida
como Shar7ah. Descontando Imán (la Fe) constituyendo el pilar central soportando
la estructura entera, los otros cuatro pilares en los cuatro ángulos son: La
Oración (Salát); ‑ El Ayuno (Sawm); ‑ La Caridad (Zakút) El Peregrinage
(I/ajj).
Un
musulmán ha de rezar cinco veces por día; antes de la salida del sol, entre
mediodía y la tarde, durante la tarde, inmediatamente después de la puesta del
sol y durante el tiempo que dura el crepúsculo, y justo antes de acostarse. Esto
significa que él no puede ser olvidadizo de su dependencia de Alá y recordándose
de ella, se beneficia de sustento, de iniciativas nuevas y de fuerza.
El
ayuno durante un mes lunar del año cada día desde la salida hasta la puesta del
sol, en el mes de Ramadhán. Físicamente, él no come, fuma, toma y no tiene
relaciones
sexuales. Spiritualmente, se abstiene de todo pensamiento, de toda
acción o expresión vi¡. En otros términos, él trata de realizarse a sí mismo
realmente, esforzándose de concretar en su propio ser algunos aspectos del
carácter divino.
La
Caridad (ZakÚt) implica que todo cuanto aparentemente el musulmán posee, en
realidad apartiene a Alá, y por lo tanto, a alguien en la necesidad le
corresponde su parte; y él debe, contento y voluníariam ente, ayudar a
particulares y a la sociedad, cuando éstos se hallan en algún apuro. Ya que la
humanidad nunca ha sido libre de alguna forma de necesidad; una cantidad anual
es fijada sobre la ganancia y el ahorro de cada cual.
Peregrinaje a la Meca implica la suspensión temporaria de toda
actividad mundana del hombre y la realización de si mismo como un alma desnuda
en la presencia de Alá Solo. Esto también simboliza la unidad de la Ummah
comunidad musulmana y la unidad de la humanidad.
Estos cuatro juntos están íntimamente ligados con todos los demás
aspectos del comportamiento del hombre, tanto individual como social.
Siguiéndolos y viviendo de este modo una vida de dedicación completa a la
voluntad de Allah, un hombre llega a ser un Musulmán verdadero.
Un
musulmán es alguien cuyo enfoque de la vida es penetrado de este conocimiento.
El es adicto a los valores de la vida dados por el Corán y la Sunnah. El trata
de vivir conforme a la guía proporcionada por Dios. y Su Profeta, y se esfuerza
a promover el mensaje del Islam por sus palabras y acciones. Esa forma de
esforzarse es conocida como Y¡húd, significando el empeño o la lucha en la vía
de Dios. Ello consiste en ejercitarse uno mismo al extremo para seguir
personalmente las enseñanzas del Islam y de trabajar en pro de su
establecimiento en la sociedad. Yihád ha sido descrito en el Corán y la Sunnah
como el corolario natural de estos pilares de Fe.
Dedicación a Dios implica dedicación a sacrificar tiempo, energía y
fortuna para promover la causa justa. A veces
resulta necesario de entregar su vida para preservar la Religión.
Yihád implica disposición de dar todo cuanto uno posee, incluso su vida, por la
causa de Alá.
Esta
lucha en la senda de Alá, con Imán como luz conductora y el esquema de 'amal
(acción) como sistema y estructura, tiene las implicancias siguientes:
1)
El hombre es responsable ante Alá por todo lo que hace. Alá va a juzgarle en el
Ultimo Día (de Juicio) y enviarle sea al Cielo, un estado de existencia llevando
a bendiciones ulteriores, sea al Infierno, un estado de sufrimiento por cuyo
medio Dios purifica el alma humana.
2)
Eso implica que la vida del hombre no termina con su muerte en este mundo. El
tiene vida después de fallecer.
3)
Por eso, toda la acción del hombre tiene que ser organizada de tal modo que él
no tenga que sufrir en la vida después del fallecimiento.
4)
Esta organización de acción dentro de este mundo implica la organización de
todas las facetas de la existencia humana, individual y colectiva, llegando a lo
educacional, económico, político y social. La Shar‑iah nos provee de las pautas,
las reglas de conducta externa.
5)
Lo que quiere decir que el hombre, es libre en su voluntad, su elección y su
actuar.
REALIZACIÓN
La
realización de la relación del hombre con Alá es un aspecto espiritual conocido
en árabe como ihsán, que el Profeta Mahoma (la paz sea con él) explicaba de la
manera siguiente: "Ustedes deben adorar a Alá como si lo estarían viendo; porque
El, sí, os ve ‑ aunque Ustedes no pueden ver
a
El." (según Bujári y Muslim). Esto significa que toda acción debe ser ejecutada
con la vista puesta en Alá. Y si no hallamos esto posible, siempre hemos de
tener en cuenta que Alá nos está viendo.
Este
reconocimiento es considerado como la base de toda devoción real. Esto significa
que el hombre identifica su voluntad con la de Dios, y en lo que a él mismo le
atañe, la llevara completamente en armonía con la voluntad divina.
Consecuentemente él empieza con querer lo que es apreciado por su Señor, y de
aborrecer lo que El desaprueba.
El
hombre, entonces, no sólo evita los pecados que Dios no quiere que se extienden
en el mundo, sino emplea todas sus energías para borrarlos de la superficie de
la tierra. De mismo él no se contenta meramente con adornarse de las virtudes
caras a Dios sino se compromete en una lucha incesante para propagarlas y
establecerlas en el mundo. El hombre se acerca más a Dios cuando sobresale en
este proceso de identificar la voluntad del hombre con la voluntad divina. Ello
le habilita de desarrollar la chispa divina dentro de sí mismo y de iluminar
todo su ser con ella.
El ejemplo más completo de esta realización es el del Profeta
(la paz sea con él). Por medio del recuerdo constante de Allah, por medio del
amor a Dios y al Profeta (la paz sea con él), mediante la obediencia a los
mandamientos de Allah y de su Profeta, y a través de una lucha constante para
promover el bien y de suprimir el mal, el hombre puede llegar a la cercanía de
Allah. El contacto con, y la dirección de aquellos que consiguieron esta
cercanía de Allah ayuda al resto de la humanidad de alcanzar a esta misma
cercanía y de estar activo en espíritu y por lo tanto de no realizar
mecánicamente la acción individual y colectiva, sino con una devoción brindada
de corazón y por amor a Alá Solo.
Tal
realización es la basis de la piedad. Esta piedad es la fuente de la honradez
que es considerada por el Islam de ser el núcleo de la acción justa. Las
personas que, mediante Imán,
'ama¡ y Ihsán, constituyen símbolos vivientes de la rectitud,
representan al movimiento de reforma establecido por el Profeta
(con él sea la paz) en vista de reedificar la vida humana y llevarla a la
armonía con la conducción divina. Tales personas hacen recordar al resto de la
humanidad el real significado de la sumisión del hombre a la voluntad de Alá. Y
una sociedad realizando estos valores en su vida colectiva sería esta sociedad
ideal que el Islam quiere establecer por el bienestar final del hombre.
(Falah)
EL
HOMBRE COMO REPRESENTANTE DE DIOS EN LA TIERRA
Según el Islam, cuando los mencionados tres ‑ fe, acción y
realización ‑ se hallan en armonía perfecta, el hombre demuestra el hecho de ser
el vice‑gerente de Dios en la Tierra. Aunque el hombre deriva toda cosa de Alá,
es él la manifestación más completa de los atributos de Alá y como tal, es el
representante de Alá en Tierra. La creación entera está potencialmente bajo su
dominio. Por eso, el Islam no establece límite alguno al conocimiento, autoridad
y poder del hombre, exceptuando la limitación fundamental: que todos ellos son
derivados y por tanto el hombre no es autosuficiente.
Alá
puede quitarle su poder todas las veces que El quiere. Por lo tanto, el Islárn
enseña la santidad de la personalidad del hombre, otorga derechos iguales a
todos sin distinción de color, sexo o idioma y somete al más encumbrado y al más
humilde, al más rico y al más pobre, al rey como al plebeyo ‑ a la soberanía de
Alá; y al mismo tiempo concede al hombre la más amplia iniciativa que se puede
imaginar para actuar en la senda de la realización propia, hasta en el manejo de
la autoridad de Dios sobre la creación.
DIOS, CONDICIÓN
DE PROFETA, EL CORAN Y LA TRADICIÓN
El
Islam, consecuentemente, manda al hombre:
1)
de creer que Dios es UNO SOLO, Omnisciente y Omnipresente; El no procrea ni ha
sido procreado.
2)
de creer además que el hombre es vice‑gerente de Dios en la Tierra y que goza de
la libertad de elección.
3)
de creer asimismo que, teniendo libertad de elección, puede extraviarse y por lo
tanto necesita de una guía de tiempo a otro para que sepa como habrá de realizar
su propia real grandeza, y por eso Dios le destinaba sus mensajeros, desde Adán
hasta Muhammad (con él sea la paz).
4)
de actuar según este mensaje conservado en pureza sin alteración alguna, en el
Corán quien pide del hombre de seguir al Profeta (la paz sea con él) como su
ideal supremo.
5)
de enterarse de y de actuar conforme a este ideal conservado en colecciones de
dichos del Profeta (la paz con él esté) y de los relatos de sus actuaciones la
Sunnah, o las Tradiciones del Profeta.
EL ISLAM Y LAS
OTRAS RELIGIONES
El Isláni no
niega la Verdad a otras religiones, pero declara que secuaces ulteriores han
adulterado esta Verdad por sus propias invenciones y esto era el motivo por el
cual Dios envió al Profeta Muhammad (con él sea la paz) para purificar la
religión de Dios. Todas las religiones manifiestan algunos aspectos de la misma
Verdad, pero el énfasis puede variar de acuerdo a la necesidad del hombre de un
período, una época o raza. El Islárn es la religión para todos, y siendo la
manifestación más comprensible de esta Verdad, provee de una vía completa y de
un equilibrio perfecto.
El
segundo hecho tocando a la relación con otras religiones es la cronología que
establece el Corán. El Islam es de la línea de todas las religiones cuyos
profetas apartenecian a la familia
de
Abrahán. La tradición judaica que empezaba con Ishúq (lsaác), hijo de Abrahán,
llegó a término con Cristo, quien era el último profeta en esta rama familiar.
Muhammad (la paz sea con él) era descendiente de lsma'il Qshmaé1) el otro hijo
mayor de Abraltán. A los profetas de otros linajes ha sido aludido en el Corán
pero no se ha referido a ellos, exceptuando a Núlt (Noé), como de ejemplos. Sin
embargo, como claramente expresa el Corán, que no existe ni una sola morada
humana en la faz de la tierra, donde no haya surgido un profeta y a donde Dios
no haya destinado Su Mensajero para guiar a su gente, un musulmán no puede
denegar Verdad a las religiones que no apartienen a esa tradición. Todo lo que
puede señalar es la adulteración de esta Verdad, la mezcolanza de la palabra de
Dios con la palabra de hombre, su no‑conservación en su forma original.
LA PERSPECTIVA
HISTÓRICA
El
Profeta Muhammad (la paz sea con él) nació en la Meca en 570 D.C. El vivía una
vida pura y sencilla y era respetado por su pueblo como una persona honorable y
digna de confianza. A menudo visitaba una caverna en los cerros Núr, en las
afueras de la Meca, y allí quedaba en oración y meditación.
Allá
también ocurrió que a los cuarenta años tuvo su primera revelación y su
instrucción para predicar. Era perseguido severamente por sus conciudadanos.
Cuando éstos se aprontaron para matarle, en la Meca. Dios le ordenaba de emigrar
hacia Medina, donde fue establecido el primero estado musulmán. En la época de
su fallecimiento, en 633 D.C., toda Arabia había aceptado el Islam; los
Emperadores de Bizancio y de Persia, a quienes Libia sido enviado el Mensaje,
atacaron y fueron rechazados por este estado, y una ola nueva de revolución
creativa se extendió por Arabia toda entera y se aprontó a propagarse hacia
mucho más allá de ella.
Bajo
el reino de los primeros cuatro Califas, que eran de los compañeros más íntimos
del Profeta, y combinaban en ellos
mismos el conocimiento textual y la autoridad espiritual, fueron
aplastados y conquistados los imperios bizantino y persa, y el Islam se extendió
gradualmente hasta la India y la China, en Asia; hasta Marruecos, en África, y
hasta España y Cecilia, en Europa. Actualmente hay 750 millones de musulmanes en
el mundo; unos 550 millones en 50 estados musulmanes o en tales estados con
mayoría musulmana, y alrededor de 200 millones en el resto del mundo. En Europa
hay en la actualidad entre 25 y 30 millones de musulmanes, con presencia
significativa en casi todos los países europeos, sean comunistas o
no‑comunistas.
En
el pasado, los musulmanes contribuyeron de manera significante en cualquier
campo de la cultura y civilización humana. En el contexto de la crisis cultural
de nuestros tiempos presentes, el Islam ofrece una bases diferente para el
desarrollo de la personalidad humana la organización de la cultura humana y de
la sociedad.
Este relato preliminar de lo esencial del Islam se ha
preparado bajo los auspicios de la Fundación Islámica, Inglaterra
Traducido del ingles por : Franco Azeez
Samson
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