Sobre la situación actual en Gaza, Palestina
Comunicado del Centro Islámico Árabe Salvadoreño y la Comunidad Islámica de El Salvador
29/11/2012 - Autor: Dr. Armando Bukele Kattan - Fuente: Envío público a Webislam
El Centro Islámico Árabe Salvadoreño y la Comunidad Islámica de El Salvador, ante la Conciencia pública Nacional e Internacional manifiestan que:
Vimos con dolor y preocupación, la última escalada bélica en la franja de Gaza, donde hubo 8 días de bombardeos masivos de parte de Israel, que mataron a 148 palestinos e hirieron a casi un millar; y cohetes, un poco mejores que los anteriores, pero siempre débiles, del lado palestino que mataron a 5 judíos. Gaza es la zona más densamente poblada del Mundo, de 363km² únicamente, donde viven aproximadamente 1,400,000 palestinos. La zona goza de parcial autonomía, aunque se encuentra totalmente separada del resto del territorio de Palestina y totalmente rodeada por el Estado de Israel y con un pequeño paso fronterizo de Rafah, con Egipto. La franja es así, fronteriza con Israel, el Mar Mediterráneo y Egipto; pero más bien que una frontera, podemos hablar de un cerco, ya que periódicamente la franja se cierra, y queda cercada internamente, con escasez de recursos básicos. El cierre de fronteras es continuo, tanto por mar, tierra y aire.
Israel y a veces Egipto, cierran los pasos desde una perspectiva de seguridad nacional, pero desde la perspectiva de los habitantes de Gaza, en su estrechez geográfica; territorio semi-desértico; alta densidad poblacional y escasez de recursos; es un deterioro absoluto de sus condiciones de vida, que un ser humano no puede comprender, a no ser, que padezca esas mismas condiciones. Esto es naturalmente, el origen de los permanentes conflictos.
Periódicamente, en el estallido de todos los conflictos en Gaza, incluso el último, se pide la finalización del conflicto, lo cual consigue una tregua y un cese de hostilidades, que siempre se pide que sea “sustentable y duradero”. Pero eso sólo detiene por un tiempo el conflicto; porque se restaura el status-quo, estable pero asfixiante. Este cese del fuego debe ser sólo el principio. Tiene que continuarse con un Acuerdo de Paz, que concluya con el establecimiento junto con Cisjordania, de un estado Palestino viable e independiente, donde a la par del Estado de Israel, convivan los 2 estados, sin excepción: en paz, concordia, justicia y hermandad.
Se habla ahora de tratar de incorporar a Palestina como “Estado” no miembro de la ONU, en una votación al final de noviembre del 2012, e incluso se ha hablado en otras ocasiones de incorporarse como un estado soberano, en la ONU. A nosotros nos extraña esos intentos de votación, cuando ya existe una votación en la ONU, que dio vida al Estado reducido de Palestina, que fue la misma que dio vida al Estado de Israel. Fue en la sesión n° 128 del 29 de noviembre de 1947, donde se establecieron conjuntamente:
-El Estado árabe de Palestina y el Estado judío (Israel).
-El Estado de Israel es una realidad; lo que falta es reconocer al Estado de Palestina, para complementar la resolución. ¿Por qué tanta discusión ahora?
Esto es realmente el origen supremo del conflicto. Y quizá también, el motivo oculto de la reciente escalada bélica en Gaza, con una votación en la ONU, programada para finales de noviembre.
Cuando un pueblo es permanentemente oprimido, los movimientos radicales adquieren su pre-eminencia. Es cuestión de compensación. En tiempos de paz duradera, los movimientos radicales desaparecen, o tienen que transformarse, erradicando o disminuyendo en gran medida su radicalismo, o desaparecer.
En las últimas elecciones en la franja de Gaza, el movimiento Fatah perdió las elecciones; y por abrumadora mayoría, Hamás tomó el poder. Los conceptos de democracia y elecciones libres, no sirvieron de mucho, porque a pesar de ser electo libremente; Hamás fue acusado de ser una agrupación terrorista. Se le congelaron los fondos disponibles, como las cuentas bancarias y se estableció un bloqueo sobre la franja de Gaza terrestre, aéreo o marítimo, que incluso hay dificultades para pescar, incluso en tiempos normales y, que apreta de acuerdo a las circunstancias, como en la actual escalada bélica de noviembre de 2012.
La situación ha sido de confrontación constante, de acciones y reacciones de ambas partes, incluso de aumento bélico, en un círculo vicioso de actuaciones permanentes. Cada acción es a su vez, reacción del contrario y el quién empezó, se pierde en la continuidad del círculo. Sin embargo, la actual escalada bélica de confrontación, conlleva una acción (o reacción) Israelí totalmente desproporcionada, lo cual puede verse con el número de víctimas de ambos bandos. ¿Y contra quién se hace?
Contra un pueblo armado con piedras y contra un Gobierno armado con armas cortas y pequeños misiles.
Hay quienes consideran que esto no es una acción de represalia, si no, un plan inicial de derrocar al Gobierno de Hamás, que llevará a una acción militar de mayor envergadura, donde entrarán tanques y botas; esto es, ejército. Puede ser ahora, pero si se mantiene esta pequeña tregua, será en el próximo futuro. Será así una confrontación militar desigual. Ahora solamente tuvimos el principio.
¿Lograrán derrocar a Hamás? No lo creemos, ya que generalmente la violencia hace más fuerte a los grupos radicales. Aunque sí estamos seguros que el sufrimiento del pueblo palestino; en la Cisjordania ocupada, pero peor aún, en Gaza, aumentará inexorablemente y donde las víctimas se contarán primero por cientos, y después por millares.
¿Y los Gobiernos del Mundo? Generalmente silentes. Al igual que su silencio cómplice, cuando Hitler masacraba judíos inocentes en Europa. (Es de aclarar que Hitler no era palestino, ni árabe, ni musulmán). Era alemán, europeo y cristiano.
El concepto de la rivalidad histórica entre árabes y judíos es totalmente falso. El problema entre ellos tan sólo tiene 64 años, con la creación del Estado de Israel. Permanentemente los judíos y algunas veces los árabes, fueron injustamente perseguidos por la Europa cristiana y eran así compañeros de infortunio. Cuando los árabes eran dominantes, los judíos siempre encontraron protección con éstos, de sus perseguidores históricos.
La persecución contra judíos indefensos fue históricamente mantenida en Europa, y a pesar de su crueldad inaceptable, ha sido poco conocida. Se conoce el Holocausto de Hitler, aunque algunos inexplicablemente no lo reconocen, aunque éste fue tan solo, el último de una serie interminable de sucesos deleznables.
Empezó con el dominio helenístico (Grecia) en Tierra Santa y se agudizó con la invasión romana y la destrucción de Jerusalem por Tito, en el año 70 D.C. Los causantes provenían de la Europa pagana, pero se agudizaron aún más en la Europa cristiana. El emperador romano Constantino, aceptando el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano, se constituye como el Gran Maestre de Jerusalem y ordena la expulsión de los judíos remanentes en Jerusalem (Palestina) y prohíbe su entrada, en el año 324 D.C. Es hasta la llegada del Califa árabe Omar, ben Jatab en el siglo VII a Palestina (año 634 D.C.), derrotando al imperio bizantino (Romano de Oriente) y permite que los judíos regresen a Jerusalem, conviviendo en dicha ciudad, como en el resto de Palestina, totalmente en paz y armonía. Palestinos (judíos, musulmanes y cristianos) conviven como hermanos, bajo el dominio musulmán, hasta la llegada de los ejércitos europeos cristianos, en las tristemente célebres cruzadas y el establecimiento del Reino Latino de Jerusalem, en 1099, con Godofredo de Bouillon. Durante varias semanas, el ejército cristiano masacra a 200,000 palestinos (básicamente judíos y musulmanes, aunque también cristianos orientales). La paz y la hermandad vuelven hasta que el sultán musulmán saladino (Salaj-Al-Din) recupera Jerusalem en 1187 D.C. Los judíos (procedentes de una sola tribu de Israel, la de Judá) emigraron a Europa en gran mayoría, formando lo que se llama la diáspora judía. Sin embargo, fueron allá permanente e injustamente perseguidos, siempre por los ejércitos cristianos. Las persecuciones iban complementadas por robo, pillaje, expulsión y sobre todo, masacres. He aquí tan solo las peores:
• Alemania: masacres en los años: 1096, 1243, 1519 y en el período de 1939--1944 (Holocausto de Hitler).
• Francia: 1240 y 1306.
• Inglaterra: 1290.
• España: 1391, 1492, 1720.
• Polonia y Rusia: numerosas masacres o “progroms” en diferentes fechas. En 1944 se acaba la persecución contra los judíos, pero se tiene otra víctima inocente: el pueblo palestino, cuyo calvario continúa permanentemente.
Ningún árabe en general, ni palestino en particular, participó en estas torturas y matanzas, excepto siendo una víctima adicional o defendiendo judíos perseguidos.
Si acaso existiera una retaliación, debería ser con la Europa cristiana. ¿Qué culpa tienen de ello los árabes palestinos?
Además, las potencias occidentales se confabularon para crear este conflicto, desde el reparto de Palestina y la no solución del mismo, y como dice un libro esotérico: “alguien los empuja a la confrontación, sin salir del escondrijo”.
Ahora que Israel es poderoso, una potencia militar de primer nivel, con un arsenal de armas de todo el potencial tecnológico disponible a nivel mundial, debería recordar los tiempos, donde buscaba protección en el Mundo árabe; o cuando los judíos vivían como hermanos con musulmanes y cristianos en Palestina o cuando vivieron en libertad y desarrollo intelectual y económico en el Mundo musulmán.
Sin embargo hay que aclarar, que el poderío militar por sí sólo no es suficiente; porque éste nunca es permanente. Y Dios está siempre con los perseverantes.
Por el otro lado, no existen las guerras buenas. Todas son absolutamente malas. La violencia, genera violencia. Y la guerra es violencia y a la vez luto, dolor, muerte, hambre, destrucción, que no podemos aceptar. Mucho menos, aplaudir.
Fuera de lo anterior consideramos necesario también aclarar:
- Nuestro repudio absoluto a toda forma de terrorismo venga de donde venga, entendido éste como el ataque indiscriminado contra la población civil inocente; aunque quiera justificarse como un ataque militar, con solo daños colaterales a la población civil, o como una equivocación; o como una represalia. Para tipificar los ataques, bastará observar quienes son los que mueren en el mismo.
- Tampoco podemos criticar el ataque a civiles de un bando y justificar al otro. Eso es un doble patrón de moralidad, totalmente inadmisible. O justificamos o condenamos ambos. Nosotros los condenamos. Matar civiles deliberadamente o bombardear ciudades densamente pobladas o disparar misiles, aunque se trate de hacerse los más exacto posible sobre blancos militares, conlleva muerte de civiles, que no pueden tener justificación.
- Tampoco aceptamos la excusa de ataques de represalia muchas veces, indiscriminados; ya que un ataque que proviene de un contraataque, es a su vez motivo para una represalia posterior del contrario. En una serie de ataques y contraataques, se pierde la perspectiva de quien empezó primero. Y volvemos a insistir. Como dijo el gran Maestro Mahatma Gandhi: “No hay camino para la paz. La paz es el camino”.
- Tampoco consideramos justo que continúe el status quo en la franja de Gaza, donde el bloqueo total, que no permite ni tan siquiera utilizar el mar como circundante, ni aprovechar sus recursos, ni siquiera poder recibir ayuda humanitaria por sus costas, ni aún siendo previamente inspeccionada, no debe continuar. El fin de este conflicto bélico, tiene que continuar con la búsqueda de una solución humanitaria y una paz permanente; pero paz con justicia, porque si ambas no están juntas, no sería paz, sino sometimiento o rendición total, lo cual es inadmisible.
La primera tregua de este último conflicto ha sido dada y la escalada, entrando el ejercito Israelí a Gaza no se materializó, como se hizo en el 2009. Pero no sabemos que nos depara el próximo futuro. ¿Se romperá la tregua?
La respuesta es definitivamente sí. Lo que no sabemos si será próximamente o en un futuro no tan inmediato. Mientras las condiciones del conflicto permanezcan, las tensiones, como un sinusoide, bajarán y subirán, y esto dará a que vuelva el estallido reciente; o que empiece en un plazo corto o al menos, no tan largo, otra escalada bélica.
Pedimos al Dios de Todo, todos y todas, al único Dios, ilumine a las partes en conflicto; evite el dolor y la confrontación en el Medio Oriente y les dé la sabiduría y la fraternidad necesaria, donde no haya vencedores ni vencidos; ni dominantes, ni sometidos, sino solamente hermanos. La violencia de ambas partes tiene que cesar, para que el odio no siga extendiéndose y que el germen del amor y del perdón, se multiplique. Si el germen muere, el odio reinará por los siglos y el conflicto se extenderá permanentemente. ¡La guerra no es la solución!
El hermano más fuerte tiene que ayudar al hermano más débil, y en eso no importa quién es el más fuerte y el más débil ahora. Porque en la rueda del tiempo, tanto en el pasado, como en el presente; y en el futuro, la rueda gira y a veces, unos están arriba y otras veces, abajo.
De todas formas, pueblos que han tenido una historia común, les conviene tener un destino común.
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