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martes, 13 de enero de 2015

Ayotzinapa rivalidad entre OPUS DEI (EPN) y JESUITAS Masones izquierdistas, la verdad

El Opus Dei y los Jesuitas: La verdad y el mito

By Administración / Posted on 17 September 2013
Para que un tópico se fije es necesario disponer de un material sensible que genere controversia y de unos ejemplos -aunque sean pequeños- que avalen la hipótesis que se plantea como verdad absoluta, tomando la parte por el todo.
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Hace muchos años que se acuñó el cliché de la animadversión entre jesuitas yOpus Dei que ahora revive a raíz del origen religioso del Papa Francisco, mezclado con intrigas vaticanas, opiniones particulares y toques de teología de la liberación. Pero, si queremos ser rigurosos, debemos acudir a las fuentes y comprobar qué hay de verdad y qué de estereotipo. Qué dicen los protagonistas, qué pruebas hay de esta animadversión… Y si no hay hechos no debería haber titular. El resto es mal periodismo, ese que predica “No dejes que la realidad te estropee un buen titular”.


Rumores
Al propio fundador del Opus Dei le preguntaron sobre este tema en dos entrevistas recogidas en Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer. En la primera de ellas, la realizada por Jacques Guillemé-Brulon para Le Figaro el 16 de mayo de 1966, contesta: “Los rumores de que se ha hablado son… rumores. El Opus Dei ha contado siempre con la admiración y la simpatía de los religiosos de tantas órdenes y congregaciones. El Secretario General del Opus Dei, don Alvaro del Portillo, trataba y estimaba al anterior General de la Compañía de Jesús. Al actual, al P. Arrupe, lo trato y lo estimo, como él a mí. Las incomprensiones, si se dieran, demostrarían poco espíritu cristiano, porque nuestra fe es de unidad, no de celos ni de divisiones.” (Conversaciones, nº 43). Y en la misma línea se expresa en la entrevista realizada por Tad Szulc corresponsal de The New York Times, el 7 de octubre de 1966 (Conversaciones, nº 54).
escrivadebalaguerEl origen de esos rumores a los que se refiere San Josemaría, sin detallar, lo explica la Edición crítico-histórica de Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer: “falsedades difundidas a comienzos de los años cuarenta por diversos jesuitas españoles, a los que se unieron también representantes de la Falange, acusando a los miembros del Opus Dei de secreto, de utilizar en sus reuniones símbolos esotéricos, difundir doctrinas heréticas y otros cargos similares. Para cortar esas falsedades el obispo de Madrid, Leopoldo Eijo y Garay, quiso intervenir otorgando una primera aprobación escrita al Opus Dei el 9 de marzo de 1941”. (Edición crítico-histórica de Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, pág. 226).
¿Qué había ocurrido? “A finales de la década de 1930 –explica el vaticanista John Allen, autor del libro de investigación periodística Opus Dei- la relación entre el Opus Dei y los jesuitas fue por mal camino en España, cuando un jesuita, el Padre Ángel Carrillo de Albornoz, empezó a criticar a la Obra en parte porque estaba provocando la salida de jóvenes de las congregaciones marianas, las asociaciones pías que tradicionalmente eran la ‘cantera’ de las vocaciones jesuitas”. Allen abunda en la biografía de Carrillo de Albornoz, quién abandonó la orden en 1951 y se alejó de la práctica religiosa. (Opus Dei, 333).
Poco antes dice el periodista: “La rivalidad entre el Opus Dei  y los jesuitas es en cierto modo una ironía porque Escrivá sentía una gran devoción personal por Ignacio. (…) El mismo nombre del Opus Dei proviene de un jesuita, el padre Valentín Sánchez Ruiz, que fue el confesor de Escrivá durante un periodo de su vida y una vez le preguntó en tono despreocupado: “Cómo va esa obra de Dios?”.  (Opus Dei, 332).
Sin ir más lejos, el libro Camino, escrito por Escrivá pone de manifiesto en muchos de sus puntos esta devoción: “Acuérdate de Ignacio: Ignorante, entre los doctores de Alcalá. —Pobre, pobrísimo, entre los estudiantes de París. —Perseguido, calumniado… Es el camino: ama y cree y ¡sufre!: tu Amor y tu Fe y tu Cruz son los medios infalibles para poner por obra y para eternizar las ansias de apostolado que llevas en tu corazón”. (Camino, 474). Referencias que pueden comprobarse también en los puntos 11, 798, 402, 470 y 931).
El posconcilio
A esas primeras contradicciones, hay que unir determinados sucesos ocurridos tras el Concilio Vaticano II, unos tiempos muy convulsos en los que, según el propio Allen, algunos jesuitas se unieron a las comunidades de pobres agrupadas para estudiar la escritura y analizar su situación a la luz del Concilio, escribiendo la teología de liberación mientras que el Opus Dei defendía que la Iglesia no debía proponer un programa político, sino ocuparse de las tradiciones espirituales y doctrinales que son los fundamentos primordiales de su existencia (Opus Dei, 334).
El hombre que simbolizó esos nuevos valores era el padre Pedro Arrupe. “No es –sigue Allen- que los jesuitas no rezaran, o que los opusdeístas no sirvieran a los pobres, se trataba más bien de una cuestión de énfasis”. Cabría decir que la barca de Pedro es lo suficientemente grande como para que quepan pescadores de todos los estilos.
Los protagonistas
“En lo personal, los dos hombres se trataron cordialmente, la correspondencia mantenida entre ellos es solo una prueba evidente de esta sintonía de fondo (*) y Arrupe, de hecho, estuvo presente en el funeral de Escrivá en 1975. No obstante, condujeron a sus comunidades en direcciones distintas”.
Pilar Urbano en El hombre de Villa Tevere consigna estos encuentros: “El 12 de septiembre de 1965, Escrivá recibe en Villa Tevere una visita tan esperada como deseada: el padre Arrupe, General de la Compañía de Jesús.
A esta visita corresponderá el fundador del Opus Dei yendo a almorzar a Borgo Santo Spirito, la casa generalicia de los jesuitas, el 10 de octubre de ese mismo año. Por cierto que, en aquella ocasión, Arrupe quiso que se hicieran unas fotografías juntos en la azotea, dominando una panorámica de Roma.
Han abundado los episodios de insidias, actitudes hostiles, comentarios despectivos, murmuraciones retorcidas… de algunos jesuitas -casos aislados y siempre «a título personal»- contra el Opus Dei. Escrivá ha querido aclarar las cosas desde el primer momento. Es absurdo que entre tales o cuales religiosos el crecimiento en vocaciones de la Obra suscite celotipias. ¿Por qué?
La Obra nunca puede «comerle terreno» a ninguna institución religiosa, porque la llamada al Opus Dei sólo se produce entre quienes ni sienten, ni han sentido nunca la más leve inclinación hacia el estado religioso.
Nuevas controversias
kiandaopusdeiAllen añade algunos sucesos más que explican la percepción externa de falta de entendimiento entre las dos instituciones. En octubre del 81 Juan Pablo II designó a su propio delegado para preparar la Congregación General de los jesuitas y en  noviembre de 1982 erigió al Opus Dei como prelatura personal. Ante la opinión pública, que tiende siempre a simplificar y le gusta los juegos de contrarios, estas decisiones –que tuvieron consecuencias históricas- parecieron una bofetada a los jesuitas y una elevación del Opus Dei, casi como si se hubiera producido un relevo entre ambas organizaciones… Lógicamente esta percepción, además de simplista es exagerada, pero fue suficiente para mantener encendidas las brasas del conflicto.
Relación del Opus Dei con el Papa Francisco
Partiendo de este tópico general es fácil concluir que, puesto que el Papa es jesuita y que el Opus Dei tiene “oscuros intereses” en el Vaticano, debe estar disgustado con la elección del Pontífice. Nada más lejos. Pero, como es fácil extender una sospecha, vayamos, una vez más a las fuentes originales. En concreto, al Prelado del Opus Dei, Monseñor Javier Echevarría, en entrevista con El Mercurio, diario chileno, el 9 de abril de 2013:
“Nuestro nuevo Papa Francisco es el 265 sucesor de Pedro. Desde que se ha visto la fumata blanca le hemos recibido con profunda gratitud y, ahora, siguiendo el ejemplo de Benedicto XVI, le manifestamos incondicional reverencia y obediencia”.
Se percibe una Iglesia viva, cercana a la gente, a sus problemas íntimos que ahora nos regala un Papa para continuar la nueva evangelización. Seguramente, supondrá un relanzamiento de la fe en todo el mundo, y especialmente en el continente americano.
papa+francisco_prelado+del+opus+dei_opusdei_+_283_29Todo esto es un don para la Iglesia. Cada pontífice posee su propia personalidad. El Papa Francisco nos trae la impronta pastoral de la cercanía a la “periferia” y al corazón de la Esposa de Cristo.
(…) Un Papa que proviene del continente americano puede aportar a toda la Iglesia un aumento del sentido de fraternidad y de desprendimiento de los bienes materiales. (…) Ayudará a todo el mundo a subrayar la cultura del ser, de la vida, en vez de la cultura del tener, que a veces ahoga a las sociedades económicamente más desarrolladas.
(…) En mis visitas a Argentina, he notado en los fieles del Opus Dei un gran cariño y respeto por el cardenal Bergoglio: era una relación de cordialidad, de sencillez, de amistad, de preocupación por secundar los afanes de esa querida arquidiócesis. El cardenal celebraba con frecuencia la misa del 26 de junio, en la fiesta de san Josemaría, fundador del Opus Dei, en la Catedral. Sé de la cercanía de fieles de la Obra con el entonces cardenal y de su paterna correspondencia. Por ejemplo, estuvo en un centro de la Obra para visitar a un sacerdote enfermo, acompañó a otro en el velorio de su madre… Estos detalles dicen mucho de su atención a la persona, del afecto por cada uno. Conoce bien un colegio impulsado por gente del Opus Dei en Barracas, lindante con la Villa 21, el asentamiento de viviendas informales más grande de la ciudad de Buenos Aires. Lo visitó más de una vez
(…) Encomendé al Santo Padre a san Ignacio de Loyola, cuya herencia espiritual ha dado tantos frutos en la Iglesia. Estoy convencido de que san Ignacio intercederá por el Papa actual; y pensé también en la alegría que su elección supondría para la Compañía de Jesús. Recordé la devoción que san Josemaría tenía por san Ignacio, al que cita numerosas veces en “Camino” y llama familiarmente Íñigo o Ignacio: lo consideraba figura eminente de la santidad, de esa entrega sin reservas que él también proponía –por otras vías– a quienes se acercaban a su apostolado, y celebró la Santa Misa en la habitación del santo de Loyola.
El Opus Dei y los pobres
EscriváEn cuanto al interés exclusivo del Opus Dei por los ricos, basta con acudir a los orígenes y conocer la realidad de su actividad apostólica. El Fundador repitió muchas veces que el Opus Dei nació en los hospitales y en los barrios pobres de Madrid, porque, desde el primer periodo de la fundación, confiaba sus intenciones a la oración de los enfermos y de los más abandonados. El propio Escrivá experimentó en su niñez y juventud la pobreza con la quiebra del negocio familiar.
En 1941 escribía: no hace falta recordaros, porque estáis viviéndolo, que el Opus Dei nació entre los pobres de Madrid, en los hospitales y en los barrios más miserables: a los pobres, a los niños y a los enfermos seguimos atendiéndolos. Es una tradición que no se interrumpirá nunca en la Obra. (San Josemaría, Instrucción, 8-XII-1941, n. 57).
Pocos años después, san Josemaría completaba esta enseñanza con otras palabras bien claras que, a pesar del tiempo transcurrido, conservan plena actualidad. En estos tiempos de confusión —escribía—, no se sabe lo que es derecha, ni centro, ni izquierda, en lo político y en lo social. Pero si por izquierda se entiende conseguir el bienestar para los pobres, para que todos puedan satisfacer el derecho a vivir con un mínimo de comodidad, a trabajar, a estar bien asistidos si se ponen enfermos, a distraerse, a tener hijos y poderles educar, a ser viejos y ser atendidos, entonces yo estoy más a la izquierda que nadie. Naturalmente, dentro de la doctrina social de la Iglesia, y sin compromisos con el marxismo o con el materialismo ateo; ni con la lucha de clases, anticristiana, porque en estas cosas no podemos transigir. (San Josemaría, Instrucción, mayo-1935/14-IX-1950, nota 146).
Por otro lado y para completar este punto, conviene señalar cómo se vive la pobreza en el Opus Dei. Para ello, hacemos referencia a tres textos en los que se recoge este aspecto:
  1.  ¿Cómo es la pobreza que procura vivir una persona del Opus Dei?
  2. Señales de la verdadera pobreza en el Opus Dei.
  3. Algunos textos de San Josemaría sobre la pobreza.

Iniciativas Sociales
Fruto de la inquietud hacia la situación social del entorno, son numerosas iniciativas llevadas a cabo por personas del Opus Dei bajo el impulso del fundador y de sus sucesores. Son botón de muestra de la inabarcable inquietud de todos los fieles del Opus Dei y Cooperadores por mejorar la situación de quienes viven en su entorno:
Hospital Monkole, en Kinshasa. Atiende anualmente a millares de personas que se encuentran en situación de extrema necesidad. Cuenta con dos extensiones en las afueras de la capital (Eliba y Kimbondo) para asistencia médica en régimen ambulatorio. Además, el Instituto Superior de Ciencias de la Enfermería, anejo a Monkole, es un centro educativo para el ejercicio de la profesión sanitaria.
- Escuela profesional Punlaan, en Manila, especializada en el sector de hostelería y turismo. Su fórmula educativa incluye el contacto directo de las alumnas con las empresas (hoteles, restaurantes, etc.). En los últimos años, gracias a este sistema, el 100% de las jóvenes que han cursado el programa de Punlaan ha accedido a un puesto de trabajo.
Midtown Sports and Cultural Center, en Chicago. Situado en una zona multirracial, con muchos jóvenes, Midtown ofrece programas de formación académica, humana, espiritual y deportiva para suplir las desventajas del entorno social. De esta forma, el 95% de los  alumnos termina la enseñanza secundaria y el 60% ingresa en la universidad, una proporción muy superior a la que se registra entre los demás jóvenes de la zona.
Centro de formación Toshi, al oeste de la ciudad de México, está en una región rural habitada por indígenas de las etnias otomí y mazahua. Entre otras actividades, imparte el bachillerato administrativo, que abre a las mujeres de la zona el acceso a puestos en la función pública y en las  empresas de las ciudades próximas.
Fundación Kianda, en Kenia. Es una organización educativa, creada en 1961 para la promoción del bienestar social y espiritual de las mujeres de ese país. Tiene varios programas de creación de negocios, para mujeres rurales, llevados a cabo por universitarias del país.
Y tantos otros…
iniciativas-sociales

En resumen:
La rivalidad entre el Opus Dei y los jesuitas es más un cliché que una realidad. En el pasado hubo capítulos de cierta incomprensión entre algunos jesuitas y algunas personas del Opus Dei pero las relaciones de san Josemaría con el padre Arrupe siempre fueron cordiales y de estima mutua.
La diferencia de carismas no impide que ambas instituciones remen del mismo lado, del lado de una Iglesia: una barca muy amplia donde caben muchas espiritualidades.
Desde el principio de su pontificado, el Opus Dei ha manifestado su adhesión más plena al Papa Francisco. Y el Papa Francisco, que conoce el Opus Dei desde hace muchos años, ha mostrado su cariño hacia la institución y su confianza en ella al efectuar algunos de sus últimos nombramientos.
El Opus Dei impulsa labores sociales en la mayoría de los países en los que cuenta con miembros.

CORRESPONDENCIA
Refleja Vázquez de Prada en la biografía El Fundador del Opus Dei (tomo III, pág. 503) que el 17 de agosto de 1966 Escrivá regresó a Villa Tevere, para emprender enseguida viaje a París. “Antes de salir de Roma escribió al Padre Arrupe, Prepósito General de los Jesuitas, prometiéndole encomendar al Señor los trabajos de la próxima Sesión de la Congregación General de la Compañía. No eran palabras vanas ni de puro cumplido. Deseaba muchos frutos espirituales para la Compañía. Con esta intención –le dice al General- me ha dado mucha alegría hacer celebrar cien santas misas.
(Carta, en EF-660817-2. Estoy seguro –le dice en el párrafo anterior –de que, con la gracia de Dios y la ayuda de su Madre Santísima, Ud. y yo y los muchos santos RR. Padres jesuitas […] conseguiremos que la caridad de Cristo brille siempre, sin que haya nunca excepciones.
Esta carta, del 17 de agosto, es contestación a una carta del P. Pedro Arrupe del 27 de julio, que dice así:
“Muy estimado Mons. Escrivá:
Me llegó su carta de 26 de junio pasado y le ruego me perdone el retraso con que le contesto ya que comenzaba pro esos días los Ejercicios Espirituales y he querido también tener ocasión de comunicar al Superior del P. Zeigler su ruego, par que él le avise sobre la materia que Vd. Me indicaba en su carta.
No tengo que decirle, Mons., lo que siento esa clase de manifestaciones de parte de miembros de la Compañía, que ya considerará Vd. como imprudencias personales muy lejos de manifestar la gran estima y aprecio que la Compañía de Jesús tiene del espíritu y obras del Opus Dei.
Ya se acerca nuestra Congregación General, en su segunda Sesión, y espero que nos encomendará de una manera especial en este tiempo. Pues es de gran importancia y responsabilidad todos los asuntos y estudios que en ella se desarrollarán. Le agradezco mucho su felicitación por mi fiesta onomástica y sus oraciones. Con sincero afecto (RHF, D-30804).

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