Al menos nueve italianos entre las víctimas del atentado del Estado Islámico en Daca
Siete japoneses también han perdido la vida en el ataque
Las fuerzas de seguridad de Bangladesh han dado por finalizado en la mañana del sábado el asalto a un restaurante de Daca, la capital del país, en una operación en la que al menos 20 personas han muerto (nueve italianos y siete japoneses) y 13 rehenes han sido liberados
El ministerio de Exteriores italiano, Paolo Gentiloni, ha confirmado que que nueve de los fallecidos son italianos, aunque aún no ha concluido el reconocimiento de todos los cuerpos, según informa Soraya Melguizo. Las víctimas han sido identificadas como Adele Puglisi, Marco Tondat, Claudia Maria D'Antona, Nadia Benedetti, Vincenzo D'Allestro, Maria Rivoli, Cristian Rossi, Claudio Cappelli y Simona Monti. Gentiloni, por su parte, sostuvo que en el momento del suceso en el restaurante se encontraban once italianos, uno de ellos consiguió huir,mientras que otro estaría aún desaparecido.
"Hemos seguido toda la noche el desarrollo de los acontecimientos. Somos como una familia que ha sufrido una pérdida dolorosa pero que no tiene la menor intención de dar la razón a quien piensa que la destrucción de nuestros valores es un objetivo al que consagrar la existencia. Nosotros somos más fuertes", ha declarado el jefe del Ejecutivo italiano, Matteo Renzi, en un breve mensaje retransmitido por la televisión pública.
"Hemos abatido a seis de los terroristas. El área ha sido liberada", ha asegurado el comandante del Batallón de Acción Rápida, Tuhin Mohammad Masud, que encabezó una operación que duró más de diez horas, desde que los yihadistas del IS tomaron el local. El militar ha aclarado que entre los 13 rehenes rescatados se encuentran 10 bengladesíes y tres extranjeros, un japonés y dos ciudadanos de SRI Lanka.
"Dos oficiales de policía resultaron muertos. Al parecer fueron alcanzados por balas y esquirlas de granadas" ha declarado a la AFP el comisionado adjunto de la policía de Daca, Sheik Nazmul Alam.
Según informa la CNN, la policía habría conseguido detener a uno de los atacantes y otro habría conseguido escapar. La toma del restaurante fue reivindicada en la noche del viernes (hora española) por el Estado Islámico (IS), que aseguró desde el primer momento que había "más de 20 muertos de diferentes nacionalidades" a través de un comunicado que distribuyó la agencia de noticiasAmaq, cercana a la organización terrorista.
Fuentes policiales apuntaron que una decena de atacantes irrumpió hacia las 21h20 locales (15h20 GMT) al grito de "Allahu Akbar" (Ala es grande) en el restaurante, frecuentado por diplomáticos y hombres de negocios extranjeros residentes en Bangladesh.
El asalto empezó a la hora en que muchos de los clientes se dirigían al restaurante para romper el ayuno durante el Ramadán. Según el periódico 'Daily Star', los terroristas torturaron durante el asalto a cualquiera que fuera incapaz de recitar el Corán. Además, los asaltantes proporcionaron comida sólo a los rehenes bengladesíes.
Sumon Reza, uno de los responsables del restaurante y quien pudo escapar por el techo hacia un comercio vecino, había asegurado que los atacantes tomaron una veintena de rehenes.
Las tropas bengalíes mantuvieron el cerco durante más de diez horas mientras intentaban infructuosamente negociar con los terroristas. "No tienen ningún deseo de negociar. Esto es una misión suicida", declaró el embajador italianoMario Palma poco antes del inicio del operativo militar.
"Los rehenes están detenidos a punta de pistola", explicó lacónicamente por su lado el jefe antiterrorista de Bangladesh, Monirul Islam
Diego Rossini, un chef argentino que trabaja en el restaurante del barrio diplomático de Daca y logró escapar dijo que vivió "un momento horrendo" y que volvió a nacer. "Fue un momento horrendo. Volví a nacer y hoy además es mi cumpleaños", declaró el chef al canal C5N de Argentina.
El joven, que trabaja en este restaurante desde hace un año y medio, dijo que pudo escaparse por la terraza junto a un grupo de personas. "Uno de los atacantes me disparó pero no me dio", contó, aunque dijo estar lastimado en la espalda. Según el cocinero, los atacantes "entraron (al restaurante) con bolsos con explosivos bombas y granadas".
"Esto ha sido una masacre, entraron disparando", había llegado a decir a un amigo en Buenos Aires en una breve comunicación antes de que se cortara la señal de internet.
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