¿Quiénes son los primeros en alzar la
voz para denunciar la violencia de las protestas sociales en defensa de
la educación? ¿En dónde se han ubicado los políticos partidistas,
empresarios, las televisoras, radios, periódicos y demás medios
oficiales frente al problema ya antiguo de la pobreza de los maestros y
de las escuelas? ¿Cómo se pueden erigir en jueces los mismos que no han
solucionado ninguno de los principales problemas educativos de México?
¿Por qué continúa siendo preferible desviar la atención al hablar de la
violencia que se ejerce desde el abajo social, de la que responde a la
violencia del poder, mientras se oculta y relega la violencia de la
pobreza, la miseria, el desempleo y la destrucción social que ejercen
los que desde arriba mandan?
Uno de los logros del discurso
institucional, civil y democrático de los gobierno neoliberales, como el
mexicano, es despojar a los sectores sometidos en la sociedad, de la
posibilidad de ejercer su fuerza política mediante la organización. Lo
que propone el gobierno federal y los gobiernos estatales frente al
problema del magisterio es un círculo vicioso en que siempre ganarán los
que gobiernan. “La ley no se negocia por lo tanto, ustedes los
inconformes deben acatar lo que decidimos los políticos”, aunque no sean
representantes de los intereses del pueblo, aunque no hayan logrado
avanzar en la solución de los atrasos sociales, políticos, culturales
del país desde hace más de 30 años que lleva gobernando el modelo
neoliberal en México, continúa el guión oficial, “deben acudir a las
instancias de solución correspondiente y respetar los canales de
comunicación” aun cuando esta Reforma Educativa contra la que luchan los
maestros no fue consultada con los mismos, fue avalada en su inicio por
la encarcelada Elba Esther y de todas formas el sindicato continúa
siendo un organismo de control de los maestros y no una representación
de sus intereses. Por si fuera poco los gobiernos estatales y el federal
no respetan los acuerdos tomados, como es el caso de Guerrero, en donde
la problemática surgió porque el gobernador Ángel Aguirre (por cierto
viejo priísta que llegó a la gubernatura con la camiseta del prd)
incumplió los acuerdos tomados en mesa de negociación con la
Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero
(CETEG) respecto a mandar una iniciativa de decreto al congreso del
estado para modificar la Ley General de Educación de la entidad y
respetar el carácter gratuito de la educación y el respeto a los
derechos laborales del magisterio.
También es necesario recordar que este
juego cínico de los políticos mexicanos al ponerse como víctimas de la
violencia social, cómodamente olvida que la acción de la CETEG no
comenzó con el cierre de la carretera México-Acapulco, lleva ya tiempo
dirimiéndose en los terrenos de la política estatal. Si no, recuerde el
lector por ejemplo que el 11 de marzo marcharon 30 mil maestros en
Acapulco para pedir solución a sus demandas, o que el 24 de marzo
concluyó la mesa de negociaciones de los maestros en donde el gobierno
de Guerrero asumió compromisos frente al Sindicato Único de Servidores
Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg), el Frente Único de Normales
Públicas del Estado (Funpeg) y la CETEG. Días después en la cámara de
diputados de Guerrero se aprobó una contrarreforma a la Ley General de
Educación traicionando los acuerdos tomados.
¿Más agravios? Al comenzar la lucha de la
CETEG se desató la campaña de desprestigio por parte de las televisoras
y demás medios masivos, (campaña por cierto tan generalizada y refrita
con los años que muchas personas creen en realidad que la labor del
maestro es andar de paro en paro por causas perdidas y que su trabajo es
tan sólo educar a los niños de México, olvidando las condiciones
diarias en que desarrollan su trabajo, el nivel de sueldos, las jornadas
de labores y la sobresaturación de grupos o la falta de lo elemental
para dar una clase), decíamos que el resorte de la represión comenzó a
soltarse, hubo levantamiento de actas administrativas contra los
maestros en movilización, les retuvieron los sueldos, el gobierno
comenzó con las órdenes de aprehensión contra los dirigentes y
finalmente cuando se percataron estos ingenuos políticos, y cual si
fuera una triquiñuela, los maestros se encontraban en labores de
protesta más encendidas y más contundentes ante la cerrazón e
intransigencia de los dueños del poder y del dinero. Lo que olvidan las
buenas conciencias de la intelectualidad progresista y los medios de
comunicación es que estamos ante procesos sociales, no ante
acontecimientos. En tanto proceso social el capitalismo en su versión
neoliberal nos debe todo, porque todo nos ha arrebatado, en su
maquinación de un mundo ideal, sueña con que los sometidos renuncien a
la política como ejercicio de auto organización y de lucha por demandas
propias, cree que los márgenes de la democracia representativa pueden
contener todavía nuestras aspiraciones, aspira a que la fuerza sólo sea
la del Estado, la que trae orden y paz para los dominantes.
De lo que estamos hablando, estimado
lector, no es de comprensión hacia lo que está sucediendo en Guerrero,
estamos hablando de tomar posición en un mundo de problemas que acechan
todos los ámbitos de nuestra existencia: no hay empleo para los
estudiantes, no hay educación para los aspirantes, no habrá gratuidad en
la educación básica, no habrá posibilidad de que la educación sirva
como instrumento colectivo para resolver problemáticas colectivas. En
Guerrero por ejemplo, los empresarios, políticos y medios masivos de
comunicación hablan de un futuro prometedor con el turismo, cuando en
realidad las ganancias se quedan arriban y para los demás sólo quedan
los trabajos de meseros, camareros, prostitución, servidumbre.
¿Cuáles son las demandas que enarbola el
CETEG? se preguntará desde el comienzo de este articulo nuestro estimado
lector. (que por cierto también habrá notado en las notas de los medios
masivos está prácticamente ausente, al igual que las demandas de otros
movimientos sociales, ya que sólo son noticia en tanto irrumpen el
orden, se salen del libreto, no por sus demandas). Su pliego petitorio
es bastante claro, la aprobación de la iniciativa elaborada por la CETEG
para reformar la Ley Estatal de Educación. (que puede consultarse en la
página del congreso de Guerrero o en http://congresogro.gob.mx/files/transcripcion/PROPUESTA-INICIATIVA-DE-DECRETO-REFORMA.pdf)
Esencialmente el documento considera tres situaciones: 1) Establecer
claramente la obligación para el Estado de mantener la gratuidad de la
educación y aumentar el presupuesto destinado al rubro, evitando
trasladar a los padres de los estudiantes los gastos de mantenimiento y
sostenimiento de las escuelas. 2) Crear esquemas de evaluación, citamos
el documento de la propuesta de la CETEG “tomando en cuenta la
diversidad sociocultural de la entidad; deberá ser democrática,
procesual, permanente, formativa, sistemática e integral, la cual la
realizarán los propios maestros, estudiantes, padres de familia,
comunidades en general, garantizando el respeto a los derechos laborales
y sindicales de los trabajadores de la educación” y se propone la
creación de un Instituto Autónomo de Evaluación Educativa de Guerrero
para realizar esta tarea. Esto es importante ante el discurso de los
medios que afirman que los maestros no quieren ser evaluados, lo que
sucede es que no pueden ser evaluados en los términos que estipula la
Reforma Educativa emanada del Pacto por México (para más información
consulte, amable lector, el Torito del mes de enero de este año en http://galeriaautonomacu.wordpress.com/
donde viene un artículo sobre la Reforma Educativa). 3) Respeto al
mecanismo de acceso a las plazas de maestros por medio de los sistemas
de escalafón, considerando que para la formación de los maestros existen
escuelas dedicadas a ello y que debieran ser mejoradas y apoyadas en
lugar de ser relegadas.
La lucha tampoco acaba ahí, a principios
de abril el movimiento magisterial de la CETEG se constituyó en
Movimiento Popular Guerrerense (MPG) con la unión inicial de la
Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria
(CRAC-PC), el Frente Único Estatal de Representantes Sindicales Autónomo
–que agrupa más de 12 sindicatos, entre ellos el de la Universidad
Autónoma de Guerrero (UAG)– y del Consejo de Ejidos y Comunidades
Opositores a La Parota. El MPG busca constituir una Asamblea Popular
para crear un plan de acción y responder a la embestida social de los
gobiernos neoliberales contra la población de Guerrero.
Como recuerdan en el portal de noticias
independiente Desinformémonos, la historia de Guerrero es la historia de
las luchas sociales y también la historia de represión al movimiento de
los copreros en la década de los sesenta; de los asesinatos de
dirigentes sociales; de la guerra sucia entre 1964 y 1974; de la lucha
por la autonomía universitaria; de la insurgencia magisterial que sigue
desde los años setenta y hasta la actualidad; de la conquista del primer
ayuntamiento de oposición en la historia política de México, en
Alcozauca; de la movilización ciudadana electoral posterior al fraude de
1988; de los desaparecidos; de la matanza de Aguas Blancas en 1995; de
la matanza en El Charco, Ayutla, en 1997; de los asesinatos de
campesinos ecologistas; de la lucha contra la presa hidroeléctrica La
Parota y contra las empresas mineras en los territorios indígenas. La de
Guerrero es la historia de la dignidad contra la represión
gubernamental. Es la historia de insurgencias libertarias, de mujeres y
hombres sencillos y humildes que luchan por justicia y democracia, por
derechos y por dejar de ser la referencia nacional de la marginación
social. A lo largo de esta historia en la entidad y en muchas otras del
país, los maestros han sido figuras importantes en la conformación de
la lucha de los pueblos y ciudades, su vinculación con los problemas de
la regiones y su vocación social no los ha dejado del lado del opresor y
del poderoso, si han habido sectores sociales comprometidos con la
transformación de este país, han sido los maestros citadinos y rurales.
Por lo tanto es de considerar que lo que sucede en Guerrero no es
simplemente un acto de maestros que quieren dejar de ejercer su labor o
que luchan por mantener sus privilegios de tener un salario menor que
el de los policías que los reprimen.
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