Laura
Bozzo: ¡háganlas llorar! * Por: Juan Pablo Proal - septiembre 29 de 2013 - 0:00
LOS ESPECIALISTAS, Proal en Sinembargo - 1 comentario “En este programa siempre
hay víctimas y victimarios, pero la víctima no puede ser una putita”: Laura
Bozzo. La orden que Laura Bozzo dicta a sus “investigadores” es contundente:
¡háganlas llorar! La participación de los panelistas durante el programa debe
ser “convincente”, ni exagerada ni parca. El programa funciona con una
estructura ordenada. Primero, el equipo más cercano a la conductora peruana
define el tema; después, manda a sus “investigadores” a colonias populares del
Distrito Federal y zonas aledañas. Ellos viajan en una camioneta sin rotular y
propiedad de la empresa Televisa. En las colonias marginales se encuentran con
los “buscapanelistas”, trabajadores del show que se dedican a encontrar casos
trágicos. En las paupérrimas zonas de la Ciudad de México no son extrañas las
historias de abuso y desesperanza, más bien son la regla. Siempre hay una mujer
que sufrió violación o aborto, la que es golpeada por un esposo borracho o fue
abusada por su padre. Los testimonios desoladores están listos para ser
potenciados en la pantalla del “Canal de las Estrellas”. “Estoy en México para
ayudar, para sacar a mis mujeres adelante”: Laura Bozzo. “Los investigadores”
platican con los candidatos a participar en el show “Laura”, que se transmite
todas las tardes por el canal estelar de Televisa. Les explican que hablarán de
su vida real, pero con “algunas modificaciones”. Por ejemplo, si el programa
tratará de un fraude, los posibles participantes deben inventar que sufrieron
la estafa y posteriormente, cuando la conductora les pregunte por su vida, ahí
ya hablarán de su sufrimiento real. A la par, los “buscapanelistas” seleccionan
a “los desgraciados”, hombres que ejecutan el papel ficticio del abusador. Invariablemente,
estos casos son falsos, pues en la vida real no hay quien quiera exponer en
público los probables delitos y vejaciones que habría cometido contra sus
supuestas víctimas. “Si esto es armado se van, porque en este programa la que
pregunta soy yo”: Laura Bozzo. “Uno tiene que pensar cómo hacerlo, cómo irlo
armando” me explica una persona cercana al equipo de Laura Bozzo, quien me pide
conservar su testimonio bajo el anonimato para evitar problemas con la peruana.
“Si la persona se desenvuelve bien o llora, si su testimonio es creíble, Laura
te felicita, si no te cree te despide al aire”, me describe. “¿A usted la
investigadora le ha hecho aprender un texto?”: Laura Bozzo. Si el panelista se
muestra frío, Laura Bozzo habla con “los investigadores” y les pide recordarle
los hechos dolorosos de su pasado. Entonces, las víctimas lloran y ya están
listas para salir al aire. Por cada participación la paga es de 700 pesos. Si
el desempeño del panelista agradó a Laura, entonces les regala un extra, como
algún electrodoméstico menor. No obstante, si el testimonio no fue creíble,
entonces el dinero no llega e incluso sancionan al “investigador”. “La voy a
destrozar, maldita, perra, saquen a este monstruo de acá”: Laura Bozzo. Los
protagonistas del programa generalmente salen gustosos en la televisión, se
emocionan ante la idea de ser proyectados en el canal de las Estrellas. Hay
casos en los que, mediante la Fundación Televisa, Laura incluso les ofrece
pagar alguna intervención quirúrgica si el testimonio lo amerita. En el trato
del día a día, Laura es déspota con sus empleados. Los ofende y denigra,
incluso al aire. Lo mismo ha hecho con algunos panelistas, al grado tal de
amenazar de muerte a una o tildar de “putita” a otra, lo que le valió un
pronunciamiento del Consejo Ciudadano por la Equidad de Género en los Medios de
Comunicación para exigir que su programa sea retirado del aire. “A mí me pueden
decir cualquier cosa, cualquier cosa me pueden decir, hasta teibolera te lo
acepto, hasta prostituta te lo acepto, pero descerebrada a mí no me va a decir
nadie”: Laura Bozzo. El programa de Laura Bozzo es uno de los más vistos en la
televisión mexicana, con 10.7 unidades de raiting según el portal Raitings
México. Esta conductora peruana, que fuera aliada del corrupto régimen de
Alberto Fujimori, ha sido señalada en su país de fabricar montajes y lucrar con
la pobreza. Desde que en 2011 apareció en las pantallas de Televisa, después de
romper con Televisión Azteca, ha encabezado incidentes en los que públicamente
acorrala, humilla y ofende a sus panelistas, amén de lavarle la cara a la
empresa de Azcárra Jean mediante las “buenas obras” que durante el show promete
la Fundación Televisa. ¿Cómo trata Laura a los empleados del show? Le pregunto
a la fuente cercana al equipo. Me responde sin ápice de duda: “Está loca, es
casi esquizofrenia, te grita, te dice que eres una mierda, una basura, llama a
los abogados de la empresa para levantarte actas. Hace llorar a la gente”. *El
siguiente texto se publicó originalmente el 7 de diciembre de 2012. Por su
actualidad, lo difundimos nuevamente. Twitter: @juanpabloproal
Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/29-09-2013/17816. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX
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