En 2017 hubo 558 por ciento más sismos volcanotectónicos en el Popocatépetl que en los últimos 23 años, revela el informe de la 49 Reunión extraordinaria del comité científico asesor para este volcán.
La actividad sísmica del Popo y el incremento de exhalaciones fueron por la influencia de los sismos de septiembre pasado.
De acuerdo con el documento del que MILENIO tiene copia, 2017 es el año con más sismos del volcán desde 1995, con 757. Mientras que el promedio entre 1995 y 2016 fue de 155, con años como 2011 donde sólo se presentaron 27 movimientos.
“Incrementa el número de sismos volcanotectónicos, pero lo que vemos es que esta presión continúa siendo liberada a través del cráter”, Carlos Valdés, titular del Centro Nacional de Prevención de Desastres
“Cuando lo agitamos, con el ejemplo de un tehuacán y lo liberamos a través de un sismo, cómo lo que pasó el 19 septiembre 2017, sobre todo ese porque estuvo más cerca, pero también el del 7 (septiembre 2017), pudo tener influencia. Lo que hace es incrementar la presión en el volcán, hay un cambio en su actividad, hubo una serie de explosiones, de elementos, incrementa el número de sismos volcanotectónicos, pero lo que vemos es que esta presión continúa siendo liberada a través del cráter”, explicó el titular del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Carlos Valdés.
Según el informe fechado el 31 de enero, el inicio del incremento en la ocurrencia de sismos volcanotectónicos antecede al sismo del 7 de septiembre por un día. Mientras que el incremento en el número de exhalaciones inicia el 12 de septiembre y llega a su máximo el 20, es decir, un día después del sismo que fue más letal.
Detalla que el sismo del 7 de septiembre fue de magnitud 8.2 con epicentro en el Golfo de Tehuantepec, a 630 kilómetros del volcán. Mientras que el del 19 de septiembre fue de 7.1 en el estado de Morelos, a 73 kilómetros del Popo.
Aún con este incremento en la actividad, el comité científico decidió mantener el semáforo de alerta del volcán en Amarillo Fase 2, pero estará atento a cualquier cambio en el comportamiento del mismo para anticipar cualquier emergencia.
“Estamos atentos a cualquier cambio, vemos si hay un incremento en la actividad, cuáles son los escenarios, si se puede repetir lo de diciembre del año 2000 no lo sabemos, ese sería uno de los escenarios probables, porque a pesar de esa actividad la gente salió, evacuó y no hubo mayor problema”, expresó Valdés.
Añadió que la actividad del volcán en diciembre del año 2000 es uno de los parámetros a considerar para tomar acciones, pues fue cuando ocurrió la más grande erupción en términos de liberación de energía de la que se tenga registro.
En ese mes se registró un enjambre de sismos volcanotectónicos y el 6 de diciembre fue seguido por otro enjambre similar el 8 y 9 de diciembre de ese año.
La energía sísmica liberada por el volcán excedió la del resto del año 2000, y de hecho excedió la acumulada durante todo 1997 o de cualquier otro año para el que exista registro.
En ese entonces, se realizó la evacuación preventiva de más de 41 mil personas.
El Popocatépetl es uno de los volcanes más activos de México y de mayor riesgo. Tiene una elevación de 5 mil 452 metros sobre el nivel del mar y se localiza en la parte central de la faja volcánica transmexicana.
Se encuentra a 60 kilómetros de la capital del país, 30 km de Puebla, 50 km de Tlaxcala y 65 km de Cuernavaca.
En un radio de 100 kilómetros viven más de 23 millones de personas que en mayor o menor medida pueden ser afectados por la actividad del volcán.
En las condiciones actuales del volcán se debe tener un radio de seguridad de 12 kilómetros del cráter. El tránsito es controlado entre Santiago Xalitzintla y San Pedro Nexapa vía Paso de Cortés. Mientras que las autoridades de Protección Civil deben mantener sus procedimientos preventivos.
Con información de: Milenio