¿Y dónde está la lana?
A diez meses del terremoto del 19 de septiembre, una de las grandes dudas es saber qué pasó con los recursos económicos recaudados para la reconstrucción. Si bien Enrique Peña Nieto, presidente de México instruyó a la Secretaría de Hacienda a informar sobre el destino de ese dinero, ninguna versión ha dejado satisfechos a los afectados de los movimientos sísmicos. Aun vemos a personas que perdieron su patrimonio, cuidar los restos de sus casas, edificios y en manifestaciones mediáticas en exigencia de ser incluidos en programas de reconstrucción; un proceso sospechosamente lento.
Aquí algunos datos para saber dónde quedó el dinero. Según las estimaciones de la Presidencia de la República, la reconstrucción de las zonas destruidas en el país asciende a 38 mil millones de pesos. Otras estimaciones reportan 45 mil millones de pesos. Según el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, a través de un análisis de su dirección General de Finanzas, lo recaudado por la sociedad civil, la iniciativa privada, empresas transnacionales y personas fiscas extranjeras (artistas, cantantes y empresarios) asciende a un monto de 3 mil 413 millones de pesos. Pero sorpréndase, de ese total, el 70 por ciento lo realizó la fundación Carlos Slim, el 7.6 por ciento el Fideicomiso Fuerza México y el 22.9 por ciento otros actores; dice el informe. Un primer vistazo indica que las donaciones no significaron ni el 10 por ciento de lo que se necesitaba.
La mayoría de estos recursos fueron canalizados a las zonas más pobres y para la atención de los lesionados a través de la Cruz Roja Mexicana. Muchas personas tienen la percepción de que el dinero se quedó en otras manos y nunca llegó a su destino.
Estamos en la lucha eterna entre la percepción y la realidad. Así lo sufre Andrés Manuel López Obrador, próximo presidente de México, cuyo partido, el Movimiento de Regeneración Nacional fue multado con 197 millones de pesos por el Instituto Nacional Electoral por usar el dinero del fideicomiso “Por los demás” en la campaña electoral y no para los damnificados como se había prometido.
El candidato ganador ha calificado el hecho como una “vil venganza” pero hay que decirlo, mientras no conozcamos al o los fiduciarios, las dudas manchan la imagen de López Obrador, del partido Morena, y a los fideicomitentes: Laura Esquivel, Julio Scherer, Laura María de Jesús Rodríguez, Pedro Miguel Arce, Bertha Maldonado, Francisco Ignacio Taibo Mahojo, Elena Poniatowska y Alejandro Solalinde. El dicho popular dice, no hay que hacer cosas buenas que perezcan malas.
Corazón que sí siente
Con el sismo de ayer se desató la controversia una vez más. Que si la alerta sísmica no suena y se siente un temblor o que suena y no se siente nada. Mejor calibrarla a los 7.5 grados para tener certeza que su funcionamiento sea por un sismo de gran magnitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario